La cosa va para “entre tres y cinco meses”, pero a los diez
días de iniciadas las obras a los vecinos de Benzú ya se les
acabó ayer la paciencia después de ver cómo las obras que se
están acometiendo en la carretera que une más directamente
sus casas con el centro de la ciudad permanecían paralizadas
todo el fin de semana mientras varios pedruscos,
desprendidos de la ladera el viernes, impedían el sábado y
el domingo no sólo el tránsito de los vehículos privados
(algo que ya se advirtió el viernes), sino también el del
transporte público, lo que les obligó a pagar una media de
20 euros en taxis por ir y volver a sus trabajos.
“Indignados” y con los bolsillos vacíos, los vecinos de
Benzú organizaron a última hora de la tarde de ayer un corte
de la carretera que atraviesa la barriada en su mismo centro
(concretamente en la intersección de la N-354 con el vial
que llega hasta García Aldave) a las 7.15 horas para
protestar y denunciar la suspensión del servicio de
transporte público que, a causa de unos desprendimientos,
han padecido durante todo el fin de semana.
El departamento de Prensa de la Delegación del Gobierno
primero y el propio director del Área de Fomento de la
institución de la Plaza de los Reyes, Jesús Padillo,
advirtieron el pasado viernes vía telefónica tanto a este
periódico como a la Asociación de Vecinos de Benzú de que la
N-354 permanecería cortada al tráfico sábado y domingo a
causa del “riesgo” de desprendimientos en la zona donde se
están acometiendo los trabajos de adecentamiento de este
vial, pero aseguraron que el tránsito del transporte público
y de emergencias permanecería abierto.
Sin embargo, no fue así. Y la empresa encargada de la obra
tampoco trabajó durante el fin de semana para restablecer el
horario establecido para utilizar la carretera (de 19.00 a
8.00 horas). “Todos los trabajadores de la barriada se han
tenido que gastar una media de 20 euros para poder cumplir
con sus obligaciones en el centro de la ciudad, exactamente
lo mismo que cualquier otra persona que, por cualquier
motivo, ha tenido que salir de Benzú”, denunciaron
indignados varios residentes en conversación telefónica con
este periódico.
Mientras, la asociación de vecinos ratificó, a través de su
vicepresidente, que Fomento les había asegurado el viernes
que el tránsito del transporte público estaba asegurado. “La
obra ha estado parada todo el fin de semana y esperamos que
como muy tarde hoy mismo se restablezca el tráfico”, exigió
Mohamed.
Padillo aseguró ayer a última hora de la tarde que el plan
de la Delegación era mantener abierta al tráfico la N-354
sábado y domingo y se mostró “sorprendido”.
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La N-354 y dos alternativas largas y caras para llegar
desde el centro de la Ciudad a Benzú
Los vecinos de Benzú disponen
desde el pasado 10 de enero de dos alternativas para sortear
las obras que se están acometiendo en la N-354: la carretera
de García Aldave (obligatoria para los vehículos pesados) o
el camino-carretera que va desde el Tiro Pichón hasta
Calamocarro. El primero triplica la longitud del vial
original y la segunda presenta un firme de tierra que, hasta
la fecha, se ha salvado por la ausencia de lluvias fuertes.
Para el que no disponga de vehículo propio (los que sí
pueden seguir transitando por el vial de la costa entre las
siete de la tarde y las ocho de la mañana), Fomento permite
el tráfico del transporte público y el de urgencias por la
N-354, en la que el Ministerio de Fomento pretende reducir
la intensidad de varias curvas localizadas en los kilómetros
3,8 y 4,2. Las obras se prolongarán “un mínimo de tres meses
y un máximo de cinco si las condiciones climatológicas no
son adversas durante periodos largos”, según ha adelantado
Padillo, aunque en 40 días los vecinos de Benzú deberían
disponer de un carril de sentido único y dirección variable
para ir y venir desde el centro sin más rodeos.
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