No es que yo esté pidiendo que
vayamos como de excursión y entremos a Los Rosales –la
cárcel- con toda facilidad, es que veo en la prensa que uno
de los sindicatos de clase UGT hace una denuncia, y no por
el maltrato a los que allí están, o por unas comodidades
deficientes, sino porque uno de sus muros está derribado.
Y lo primero que se me viene a la cabeza es:” pues así sale
el que no se encuentre cómodo allí”.
Hasta ahora, y ¡”que siga la racha”! es a una de las pocas
dependencias oficiales que jamás entré, ni para visitar a
nadie, ni para quedarme a “residir” allí, por algún tiempo,
pero sea cual sea la cárcel, cada vez que he pasado cerca de
alguna me pone carne de gallina, al observar, desde fuera,
los elementos para la seguridad que se exhiben, desde fuera:
Ocaña, en Toledo o Topas en Salamanca, con distintos
formatos pero con la idea de “seguridad ante todo”.
Esto en apariencia porque, de vez en cuando, te encuentras
con escapadas inexplicables, buscando los puntos débiles de
la seguridad. Así que, si tienes todo un muro derrumbado,
como dice UGT que está el de Los Rosales, de poco te sirven
todos los métodos más modernos o sofisticados de seguridad,
si por otro lado te abren la puerta trasera y se deja sin
guardián.
Y aquí hay más que ese muro derrumbado no se haya
restablecido en todo el tiempo que lleva así, aquí lo que,
también a lo lejos, se muestra es un total grado de apatía,
dejadez o como queramos llamarlo, por parte de quienes
tienen la responsabilidad de que eso esté en orden y tal
como exige la seguridad.
No siempre, mejor dicho casi nunca, estoy en sintonía con lo
que dicen los sindicatos, especialmente los de clase, por
aquello de que su misión, o una de ellas, es azuzar para
lograr por esos métodos cosas que difícilmente se logran
yendo con más tranquilidad.
Sin embargo, la denuncia de FSP-UGT Prisiones, que no es la
primera vez que lo hace, demuestra que sus reivindicaciones
van más allá de la simple denuncia, van en busca de una
seguridad que los responsables están obviando.
Porque, una avería, por complicada que sea, puede tardar una
semana, o tres, pero que desde el año 2004 siga sin
reconstruirse ese muro, eso ya es demasiado y es más, de
rebote sale también tocada la Ciudad, cuando se dice que fue
derruido por unas obras realizadas por la propia Ciudad.
Las manifestaciones de UGT-Prisiones se han encaminado,
desde hace tiempo, en todas las direcciones, aunque el
resultado, hasta ahora, ha sido nulo, por cuanto la
administración penitenciaria, o no se ha enterado o hace
caso omiso a las reiteradas reclamaciones y denuncias.
Y es que, tal como hemos apuntado más arriba, cuando este
muro derrumbado pertenece al perímetro exterior, la prisión
se encuentra total o parcialmente desprotegida ya que no es
difícil que desde fuera tengan acceso personas que nada
tienen que ver con la prisión, como que alguno de los
internos pueda fugarse del centro. Es la opinión de FSP-UGT
Prisiones, tras haber analizado, haber comprobado y haber
constatado lo que allí hay y cómo está el muro en cuestión.
De poco han servido las visitas de inspección del
responsable de la zona, porque, aún, nada se ha solucionado.
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