Los cuarteles de Ceuta están, hasta lo analizado, limpios de
contaminación en su capa freática (primera capa de agua
subterránea que se encuentra al realizar una perforación y
la más susceptible a la contaminación). La Comandancia
General de Ceuta, que ha mostrado activamente su
preocupación por el medio natural en la ciudad, propuso hace
tres años, voluntariamente, pasar una revisión anual en
calidad de medio ambiente. De esta manera, de los 15
acuertalamientos que existen en Ceuta, ya se han analizado
dos de ellos, con resultados óptimos. En 2006 fue el de
González Tablas y el año pasado el de la ULOG-23. La empresa
Engrisa, encargada de los análisis, hace un estudio
pormenorizado del subsuelo. Primero, rellena un inventario
donde detalla el estado del acuartelamiento desde el punto
de vista medioambiental; y, posteriormente, unas catas para
ver cómo está el subsuelo del acuertalamiento. Y, si es
necesario, se lleva a cabo el proceso de descontaminación
del suelo en una tercera fase que dura de 10 a 20 años. Los
resultados han sido positivos y no va a ser necesario
descontaminar nada. Se desconoce qué cuartel pasará las
pruebas en 2008.
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