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OPINIÓN - VIERNES, 18 DE ENERO DE 2008

 

OPINIÓN / VERBA SEQUENTUR

Una campaña electoral es
pregonar vino y vender vinagre

 


Miguel Massanet Bosh
miguelmassanet@elpueblodeceuta.com

 

Creo que los españoles deberíamos ponernos una orejeras a partir del mismo día en que comience la campaña para las elecciones del día 9 de marzo. En realidad, ya las deberíamos llevar puestas desde hace varios meses vista la precocidad con la que, los partidos políticos, se han puesto a la tarea de intentar convencer a los ciudadanos de la conveniencia de votarlos. La concreción, las ideas simples y claramente explicadas y la expresión del posibilismo y el pragmatismo sin ambages, no es precisamente lo que se puede sacar de los discursos que, machaconamente, nos van repitiendo los líderes de las distintas formaciones en liza. Por ello les recomiendo que no les escuchen. Pónganse las orejeras, háganme caso.

“Por sus actos los conoceréis” o, lo que es lo mismo y quizá más exacto: “por sus frutos los conoceréis” No hay duda de que la cita evangélica, como todas las que hemos recibido de la cultura cristiana, tiene un sentido aleccionador y real. No nos atengamos a falsas promesas de lo “que están dispuesto a hacer”, porque ello no nos garantiza nada y mucho menos que, el que nos lo promete, tenga la más mínima intención de cumplirlo. Atengámonos, más bien, a lo que han hecho cuando han tenido oportunidad de gobernar.

Por ejemplo, si yo me planteo lo que ha hecho el gobierno del PSOE durante la pasada legislatura, puedo comprobar que no se ha caracterizado por cumplir las promesas que hizo a sus electores; al menos en aquellas cuestiones fundamentales que debían constituir la columna vertebral de su legislatura. Si nos atenemos a la cuestión del terrorismo no hay duda de que su política de prescindir del Pacto por las Libertades y la Ley de Partidos, ha sido un completo fracaso, en cuanto han seguido un camino equivocado enfocado a una negociación –ocultada al principio y descubierta después, por los medios de comunicación –, que no ha llevado a nada más que a permitir que la banda terrorista se haya reforzado; que haya conseguido que partidos abertzales hayan ocupado lugares en los organismos públicos y que la cuestión de las libertades y la seguridad en el País Vasco haya llegado a extremos de máxima virulencia. Si nos fijamos en su actuación respecto a las distintas autonomías, hemos podido constatar el chauvinismo con el que se han beneficiado a algunas y la cicatería con la que se han tratado otras (por ejemplo: Madrid) En cuanto al problema del separatismo no cabe duda de que, tanto los vascos como los catalanes, han conseguido reforzar sus posiciones, conseguir mayores cuotas de poder y chantajear al Estado con sus continuas reivindicaciones, incluida, como no, la del famoso Estatut catalán.

Si quisiéramos hablar de la actuación de los encargados de impartir la justicia podemos afirmar, sin el menor rebozo, que ha sido un año “horríbilis” en el que, tanto fiscales como algunos tribunales (incluido el TC), han dado las más descaradas muestras de estar dirigidos por el Gobierno, olvidándose de sus deberes como garantes de la independencia de la Justicia.

Si es que queremos entrar en el terreno de las libertades y derechos ciudadanos, hemos podido constatar como se ha legislado en base a conceptos partidistas, tanto de la enseñanza como de la ética y moral, olvidándose del derecho constitucional que les otorgo a los padres la facultad de escoger la enseñanza moral, ética y religiosa para sus hijos. La ley de Educación para la Ciudadanía ha sido, sin duda, la más incontestable muestra de dirigismo político encaminado a crear clones de ciudadanos a la medida del PSOE. Se han concretado a favorecer, con sus disposiciones, a sus amigos de los banco adictos o los que han fingido serlo por conveniencia e intervenir en opas para favorecer a sus “amiguetes” en perjuicio de los intereses de España.

Han sido incapaces de tomar medidas preventivas cuando ha llegado la crisis de las hipotecas y el aumento de precios que afectan a los ciudadanos menos favorecidos. Un triste y decepcionante balance para quienes nos quieren vender la piel del oso antes de haberlo cazado.
 

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