José Sacristán dirige e interpreta hoy la adaptación de la
obra de teatro Un Picasso, escrita por el estadounidense
Jeffrey Hatcher, en la primera de dos representaciones en el
auditorio del IES Siete Colinas (20:30 horas).
El montaje, producido por Metrópolis Teatro de la mano de
Nacho Artime y José Sacristán, es una exitosa comedia del
dramaturgo estadounidense Jeffrey Hatcher, conocido y
prestigioso guionista del mejor cine norteamericano actual.
Un Picasso, que ha vendido casi todas las entradas para los
dos días –hoy y mañana– servirá para saber más de uno de los
grandes genios del Siglo XX, conocido universalmente por su
pintura, sus excentricidades, su desmesurado amor a las
mujeres y su hedonismo, pero nos mostrará también como sólo
un genio es capaz de seducir a su enemigo, subyugarlo y
convertirlo en su más ferviente admirador: una pieza teatral
de una gran factura dramática.
La obra consta de dos personajes interpretados por dos
grandes actores que nos cautivarán y nos transportarán a un
episodio de la historia donde el arte estuvo a punto de
perder su libertad.
Un Picasso parte de un hecho real, aunque todo lo que veamos
y escuchemos en escena haya sido “probablemente” inventado
por el talento del escritor americano Jeffrey Hatcher, según
señala Nacho Artime, encargado de esta versión española.
Se sabe que durante la tristemente célebre ocupación nazi de
París, un día Picasso fue detenido por unos soldados
alemanes a la salida del restaurante Les Catalans, donde
solía comer y celebrar tertulias con sus amigos. El pintor
fue llevado a un sótano para ser interrogado por una
funcionaria del Ministerio de Cultura –papel que interpreta
Sonia Castelo– para que reconociese y certificara que tres
de sus cuadros eran auténticos.
El autor parte de ese hecho para mostrarnos una divertida y
sugerente caza del gato y el ratón por sobrevivir y salvar
sus trabajos. Verdad y mentira, arte y política, cultura y
consumo, van siendo analizados por dos puntos de vista tan
incompatibles como esclarecedores. Hay humor, poesía,
teatralidad...
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