El general de división de Ceuta, Enrique Vidal de Loño, tuvo
en el día de ayer un detalle impagable para con el general
de brigada segundo jefe de la Comandancia General de Ceuta,
Fernando Carbonell, que al final de esta semana se marchará
de la ciudad y que ha dejado, según se puede comprobar entre
sus correligionarios, un gran poso en esta tierra.
Ayer se produjo el primer arriado de bandera de la
temporada, el primero del año, cuyo protagonista, como no
podía ser de otro modo, era el oscense. Vidal de Loño cedió
la presidencia del acto a Carbonell para que protagonizara
su último acto en Ceuta, aún, como militar en activo.
La tarde se portó para celebrar un emotivo acto, donde
acudió la familia del general del brigada al completo, que
acompaña muy de cerca a Carbonell en estos últimos días de
servicio en el norte de África. El oscense saludó a una
Unidad Logística 23 encargada de arriar la bandera nacional.
El acto congregó a la plana mayor de la Comandancia General
de Ceuta y a numeroso público en la plaza de África.
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