Eran las 10:00 horas de ayer (por
el lunes) cuando saltó al estrado del Salón de Actos del
Palacio de la Asamblea el Director General de Urbanismo y
Política del Suelo, Marcos Vaquer Caballero que habló sobre
los principales objetivos de la Ley 8/2007, como son la
implantación de políticas urbanas sostenibles, la
participación y la transparencia.
Sentado como estaba, en las primeras filas, pude observar
algunas posturas de miembros del ejecutivo ceutí con claras
muestras de incomodidad a medida de que avanzaba en su
disertación el responsable estatal de Urbanismo.
En primero lugar, la disertación del Director de Urbanismo
no es otra cosa que la puesta en palabras de lo que viene en
papeles oficiales y la “estampida” que han hecho los
políticos del PP tras la consiguiente rueda de prensa no es
otra cosa que seguir la batuta de la cabeza dirigente del
partido: negar toda cualidad al Gobierno o a sus
representantes con la vista puesta en las próximas
elecciones, más que en la lucha por obtener lo mejor para
Ceuta, Melilla la dejo a los melillenses.
Si el senador ceutí tuviera un pellizco de paciencia
callándose su opinión hasta el término del evento y hubiera
asistido hoy, por el martes, a la siguiente sesión de estas
I Jornadas sobre Urbanismo, otra conclusión muy distinta
habría sacado de las palabras del Director de Urbanismo.
La disertación ofrecida por el catedrático de Derecho
Administrativo de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel
Menéndez Rexach (ignoro si tendrá familia catalana), última
de la sesión de la mañana, resultó lo mejor que podía
atenderse en estas Jornadas. Y si el senador ceutí hubiera
estado presente, como decía más arriba, habría caído en la
cuenta de que la Ciudad tenía una baza innegablemente
favorable para iniciar el pleito sobre Urbanismo con puntos
a su favor. Pero no, prefieren atacar al tomate antes de que
crezca. Además sobraban esas palabras cargadas de veneno de
que le quedaban, dirigidas al Director de Urbanismo, apenas
dos meses en el cargo.
Teniendo en cuenta la mala leche destilada en esa llamada de
atención, pregunto: ¿al senador no le quedan también dos
meses en el cargo?, entonces… ¿A cuenta de qué profiere esa
directa?
Le recomendaría, al senador ceutí, que leyera minuciosamente
todas y cada una de las ponencias sobre Urbanismo
presentadas brillantemente por sus respectivos autores, pero
como no va a durar más tiempo que el que tiene asignado para
el cargo hasta las próximas elecciones, le pediría que lo
dejara correr. No está el horno para peperos deslucidos y
contraproducentes para con su propio partido.
La verdadera prepotencia está en la cúpula pepera
principiando por Mariano Rajoy al declarar que está
orgulloso de que el ex presidente de Endesa y actual
consejero de Telefónica, Manuel Pizarro, se presente por el
partido en Madrid porque tiene “verdadera voluntad
reformista y más ganas que Solbes”. ¿Qué esto no es
prepotencia? Ya me dirán Vds. qué es.
Está muy bien que fiche a Pizarro, así demostrará a los
españoles la política económica que llevaran a cabo los
actuales peperos porque… ya me dirán Vds., queridos e
hipotéticos lectores, cuánto habrá cobrado Pizarro para irse
de Endesa. Los rumores que circulan por el viciado aire
político español dicen que 2.000 millones, pero solo son
rumores. Si fuera cierto no es nada ilegal pero dirá mucho
de esa clase de política económica. Y lo que tiene guasa es
que al presumir de ese fichaje diga que si gana rebajará el
Impuesto de Sociedades. Y ese invento del Ministerio de
Familia que pretende implantar… ¿incluirá a los gays y
lesbianas casados hasta la fecha? Al fin y al cabo forman
familias también ¿no?
Agrupar Bienestar Social y hasta Sanidad en ese nuevo
Ministerio no creo que sea conveniente para el país, tal
como andan las cosas, porque de hacerlo tendría que
reconocer la universalidad de tal Ministerio y tendríamos
que agregar al diccionario que familia representa el
colectivo de inmigrantes, a los minusválidos y a los
ciudadanos de la tercera edad (responsabilidad de Bienestar
Social y Migraciones), los enfermos terminales o no
(Sanidad) y un montón de conceptos que son divergentes con
el concepto de familia que tiene Mariano Rajoy y los suyos.
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