Cuando se me habla de economía o
economistas, me acuerdo de todas aquellas mujeres que, con
menos dinero que el que se está bañando, tenían que poner
cada día de comer a toda la familia. Esas mujeres fueron, en
su época, las mejores economistas del mundo. Por eso y
habiendo vivido los milagros que mí madre debía hacer para
darnos algo de comer, he aprendido a saber cuándo y cómo se
producirá una crisis en la economía mundial que, por
supuesto, afectará a España. Y este año, a pesar de cuanto
digan los que más saben del asunto de la economía, entrará
una crisis que afectará el bolsillo, como siempre ocurre, de
lo más desfavorecidos.
En esa crisis que estamos comentado, que traerá peor
crecimiento y una caída del empleo, coinciden los organismos
internacionales, los gobiernos, las entidades financieras y
todos los economistas a nivel mundial. Por mucha insistencia
que se quiera hacer, en demostrar que la crisis no nos
afectará, sintiéndolo en el alma no me lo puedo creer. Y no
me lo puedo creer, tanto en cuanto, cada día los precios de
los alimentos de primera necesidad experimentan unas subidas
alarmantes, mientras lo sueldos no experimentan, la misma
subida que los iguales a los precios, haciéndonos cada vez
más pobres. La crisis existe por muchas vueltas que le
quieran dar. Y que esa crisis afectará a España, es algo que
no tiene vuelta de hoja.
Hay algo que es sintomático en las crisis económicas. En
esas etapas es cuando los bancos ganan más dinero. Y en los
momentos actuales, si nos atenemos a los beneficios
obtenidos por las distintas entidades bancarias, es cuando
más están ganando o cuando mayores beneficios han
conseguido. Para verlo, sólo basta en echar una ojeada a los
medios de comunicación especializados en el tema.
Además, es en estos momentos de crisis, cuando se estudia
con sumo cuidado, por parte de las entidades bancarias, la
aprobación de los préstamos, sobre todo a las entidades
inmobiliarias que no atraviesan un buen momento debido, sin
duda alguna, a la crisis económica y a los porcentajes en
los que se han situado las hipotecas. No hay que extrañarse
de la cantidad de letreros colocados en balcones o fachadas
de los edificios, diciendo “Se vende”.
La economía ha decaído muchísimo en las viviendas de los
trabajadores, que se ven y se desean para poder pagar la
hipoteca. Teniendo que hacer, cada día, verdaderos milagros
para poder salir adelante, y en el mejor de los casos, poder
seguir pagando esa hipoteca para no tener que poner el
letrero de “se vende” en lo que tantos sudores les costó
conseguir.
Qué cada día, los trabajadores somos más pobres, no es algo
que me esté sacando de la manga, es palpable y tangible. Y,
por supuesto gane quien gane las elecciones, Zapatero o
Rajoy, no les quepa la menor duda que tendrán que tomar
medidas y, en algunos casos impopulares para poder luchar
contra la crisis que viene, según los economistas. Y que ya
está aquí, según todos los currantes que les cuesta trabajo
llegar al día veinte de cada mes.
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