Quien dijo aquello de: “España es
diferente”, tenía toda la razón del mundo. Somos diferentes
en todo, y ni te cuento serrana del alma cuando queremos
hacer crítica de alguien que, por las razones que sean, nos
cae mal.
Por principio, no tenemos ni… idea de cómo es y cómo se
piensa en el país del personaje que queremos criticar. Y qué
es lo qué nos puede suceder al hacer esas criticas con
semejantes desconocimientos. Pues muy sencillo que, en la
mayoría de las ocasiones, como les está ocurriendo a algunas
cadenas de televisión, meten la cara en polvos de talco, por
no decir que la meten en la más pura m…. Cosa de lo más
normal que la metan en semejante lugar, por su gran
desconocimiento.
Creer, todos esos ignorantes, que le pueden hacer daño al
presidente francés, Sarkozy, por sus relaciones con la
cantante Carla, es de una ignorancia supina del pueblo
francés. A los franceses, que nos llevan años luz en cuanto
a democracia y, dentro de ella, a divorcio se refiere, se
las trae floja y pendulona, la vida privada de su
presidente, siempre cuando éste, que para eso ha sido
nombrado, cumpla con sus deberes y consiga lo mejor para el
pueblo francés. Y hasta ahora, Sarkozy, lo está
consiguiendo.
Lo dijo, claramente, un francés al ser entrevistado en
Paris. “Su vida privada nos da igual. Le deseamos que sea
feliz y un buen gobernante para Francia”. Se puede decir, lo
que piensa el pueblo francés de su presidente, más alto pero
no más claro. Si embargo, las ordenes son ordenes, y las
telemierdas seguirán atacando al presidente de los
franceses.
De momento, aunque no se le ha dado mucha publicidad por no
interesar, nos trajo a los rehenes españoles retenidos por
el asunto de los niños que querían sacar de su país, al
parecer ilegalmente. Y no contento con eso, Sarkosy, se ha
traído a Francia a todos los franceses, acusados del asunto,
para que cumplan condena en su país. El peso especifico de
la política francesa en el contexto mundial está más que
demostrado.
Es más, el presidente francés, ha conseguido el gas de
Argelia. Y eso, naturalmente, las telemierdas no se han
atrevido a decirlo, haciendo mutis por le foro. Pues, para
todas ellas, lo realmente importante es que el presidente
francés esté enamorado de una cantante y pasee su amor por
donde le venga en ganas.
A servidor, con permiso, le da igual Sarkozy que el niño de
la bola, pero la verdad sólo tiene un camino y, hasta ahora,
a pesar de que sigan la campaña diciendo que está perdiendo
la confianza del pueblo francés, sigue la línea que se marcó
en su campaña, fiel a los principios marcados.
Nada más ser elegido, corrió hacia los americanos de América
para poner se mostrarle toda su amistad, quienes nos gusten
o nos dejen de gustar, es la primera potencia mundial. Por
supuesto que esta amistad aportará más beneficios a Francia,
que las que les puedan aportar cualquiera de las repúblicas
bananeras. Unos dictadores bananeros que sólo buscan su
beneficio, sin aportar nada a aquellos que se consideran sus
amigos. Ya lo decía mía abuela “para poca salud, ninguna”.
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