PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 14 DE ENERO DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Chávez, el parlanchín
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Hay quienes se hacen famosos por haber llevado a cabo unas acciones buenas y necesarias para un lugar determinado, o por lo contrario, por haber maltratado y arruinado ciertos territorios, pero el caso de Hugo Chávez empieza a ser por hablar, aunque sea con palabras huecas, o con un sentido avieso o trasnochado para cualquiera de los terrenos que toca.

Lleva un par de meses como un caballo desbocado, enloquecido, desde que el Rey de España le dijo que se callara, en la famosa cumbre iberoamericana. Desde entonces sus palabras son cada vez más fuera de tono, primero frente a España y ahora contra Colombia.

Sobre España ya no sabía qué excentricidad proclamar y sólo se le ocurrió que iba a sobrevolar La Zarzuela, en vuelo rasante o algo parecido, para “burlarse” del Monarca español.

Cualquiera podía tomarse a risa aquella fanfarronada que implicaba soberbia, parlanchinería y sin razón, ante algo que había sucedido y que ahí quedó.

Luego presumía equiparándose como Jefe de Estado con el Rey de España y mostrándose excesivamente escrupuloso al mirar con lupa toda la marcha de las empresas españolas que operan en Venezuela. En definitiva, un demente.

Con todo, la horma de su zapato la encontró dentro de su propio país, cuando intentó convertirse, con cambio de la Constitución, en soberano eterno y el pueblo le dijo:”nones”.

Ahora, y por aquello de que el cambio puede ser bueno, echa la vista hacia otra parte, más cercana, y se dirige hacia Colombia, pidiendo que se saque a los grupos FARC y ELN de la lista de los terroristas.

Lo malo que va a tener aquí es que:”entre calé y calé no vale la buena ventura”, y no creo que desde el país vecino, Colombia, vayan a ceder a sus pretensiones, porque si hay dos grupos peligrosos para la seguridad de un país, esos son FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y ELN (Ejército de Liberación Nacional). Sólo ver su nombre ya queda claro de lo que son, dos grupos desestabilizadores de la normalidad de un país, en el que no entramos a analizar si es más democrático o menos, como tampoco hemos analizado la democracia que ha propugnado Hugo Chávez en su país, desde que llegó al poder.

En el fondo, porque sus huecas palabras, algún recoveco deben tener, aparecen las “buenas maneras democráticas” de su tío Fidel y por el otro el odio eterno a todo lo que tenga que ver con Estados Unidos.

Al hablar de las FARC y el ELN los pone en situación de extra legalidad, como verdaderos ejércitos que ocupan espacios en Colombia.

Eso de espacios es cierto que los ocupan pero ¿Sujetos a qué leyes? ¿Alimentándose con qué fondos? ¿Defendiendo su territorio o llevándolo a una ruina mayor?.

Aquí no dudamos en la legitimidad que pudieran tener, si es que la tienen, pero lo que si está claro es que están fuera de la ley, como lo están todos los grupos que “a base de la fuerza bruta se intentan hacer con el poder destrozando o aniquilando lo establecido por unas leyes”.

No somos nosotros quienes tenemos que enjuiciar esas leyes, pero ahí están y Chávez parece ignorarlas.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto