Tiene 73 años y lleva pescando en la costa de Ceuta desde
que tenía nueve. José Hernández, patrón mayor de la
Cofradías de Pescadores, habla sobre la mala situación del
sector en la ciudad. Para Hernández, no sería raro que la
pesca acabara por desaparecer en Ceuta. La competencia de
las capturas de Marruecos, el pequeño tamaño del caladero de
los barcos y el escaso precio alcanzado en lonjas y mercados
hace que los armadores se replanteen hasta que punto es
rentable salir a faenar. Sin embargo, el patrón mayor
asegura que “somos pescadores y hemos nacido para esto” por
lo que admite que salir con los barcos es una obligación
diaria porque nunca se sabe cuando puede dar sus frutos.
Pregunta.- ¿Cual es el balance que la Cofradía del año
que ha finalizado?
Respuesta.- Pues muy malo porque ha sido un año difícil en
el que se ha pescado muy poco y hemos tenido muy pocos
beneficios. En general, ha sido un año muy malo de pesca por
el mal tiempo que ha habido y las paradas biológicas que nos
ha tenido parados mucho tiempo. Además, ahora hemos tenido
las fiestas así que tampoco hemos estado saliendo. Ahora
mismo hay 14 barcos en activo pero lo cierto es que no hay
pesca. Lo motivos claros no los sabemos pero es así, nada
más hay que ver la almadraba, que ha hecho una mala
temporada y ya lleva así varios años así. La conclusión es
que cada vez se está perdiendo más la pesca en Ceuta.
P.- ¿Se debe esa situación a que Marruecos no tiene
establecidas paradas biológicas?
R.- Nosotros paramos según la modalidad de pesca entre enero
y junio. Sin embargo, la parada sirve para que se regenere
la especie y en Marruecos no hay paradas biológicas así que
sus barcos siguen pescando. La verdad es que no pescamos en
las mismas zonas porque nosotros pescamos aquí en la banda
norte y sur, y ellos se quedan en el territorio marroquí.
Pero estamos muy cerca y el pescado se acaba.
P.- ¿Como era el sector cuando la pesca era la primera
actividad económica de Ceuta?
R.- Entonces casi todos éramos pescadores y había cincuenta
barcos más los que venían de la Península. Íbamos a pescar a
Marruecos porque allí hay y siempre habrá mucho pescado. Sin
embargo, desde que se cortó la pesca marroquí, el sector fue
decayendo y cada barco regresó a su puerto porque ya no le
compensaba venir hasta aquí. Desde entonces, se han
desguazado el noventa por ciento de los barcos. Nosotros
estábamos en el acuerdo de pesca con Marruecos que finalizó
en el año 1999 pero ahora no nos ha tocado ninguna de las
licencias.
P.- ¿Porqué Ceuta no está incluida en el acuerdo pesquero
con Marruecos?
R.- No lo sé. Pero tampoco creo que sea algo muy rentable
para nosotros porque ir a pescar a Marruecos hoy en día no
es lo mismo que antes, porque antes cuando pescábamos íbamos
a Algeciras a venderlo pero ahora no nos compensa ir hasta
allí porque a la hora que llegamos ya está pescado vendido,
y supone un gasto muy grande teniendo en cuenta al precio
que está el gasoil. También influyen los grandes mercados
hacen que el pescado pierda valor.
P.- ¿Porqué no se hace un acuerdo específico para Ceuta?
R.- No lo han hecho, aunque tendríamos mucho más territorio
para pescar, ya que ahora nos limitamos a la zona desde la
frontera del Tarajal hacia la ciudad. Sin embargo, tampoco
es algo que nos convendría porque tendríamos que ir al
Algeciras y mientras cruzamos el Estrecho y volvemos son al
menos tres horas para que el precio tampoco sea elevado. El
problema es que ahora nos quieren poner las mejilloneras y
eso va a acabar con parte del caladero, porque donde pongan
las bateas seguramente no podramos pescar. Nos dicen que eso
va a crear trabajo y se van a emplear no sé cuantos barcos
pero la verdad es que creo que será un fracaso.
P.- ¿Qué hay que hacer para salvar al sector?
R.- La verdad es que con los problemas que hay hoy en día,
llegará el momento en que la pesca se pierda
definitivamente. Son muchos problemas y nos afectan a todos,
a la Cofradía, a los armadores y a los pescadores. Aquí hay
meses en el que los trabajadores han tenido que tirar con
200 euros y así no se puede mantener una familia. Nosotros
todavía podemos permitirnos eso porque la mayoría de las
tripulaciones son de Marruecos y allí con ese dinero al mes
sí se puede llevar una familia adelante pero aquí sería
imposible.
P.- ¿Hay mucha competencia por la entrada de pescado de
la Península o de Marruecos?
R.- La llegada de pescado marroquí es el mayor problema
porque si no entrara tanto, las capturas valdrían más. Pero
también hay que pensar que sin ese factor no habría en los
mercados la gran variedad de pescado que hay, porque Ceuta
no tiene una flota suficiente para abastecer a todas las
plazas de la ciudad. Pero es cierto que hemos tenido que
tirar el pescado al mar en más de una ocasión o se la hemos
dado a las asociaciones benéficas porque no valía nada. Pero
somos pescadores y hemos nacido para esto.
P.- ¿Habeis trasladado vuestros problemas a las
administraciones para que os ayuden?
R.- Sí, pero aquí no hay nada que hacer. Lo único que
esperamos es una ayuda de la Ciudad que nos dan a la
Cofradía todos los años y que servirá para pagar sueldos a
los trabajadores y varios gastos. Pero es cierto que se
pesque o no se pesque, a faenar hay que ir todos los días
porque todos los días hay que comer. Aquí se han desguazado
barcos con las ayudas de la Unión Europea pero no se puede
hacer nada más. Lo único es que se mejoran un poco los
barcos a través de subvenciones porque si no entonces no
podríamos hacer frente.
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La Cofradía cierra uno de los peores
años con pérdidas de hasta 60.000 euros
Ceuta tiene una flota de cerca de
una veintena de barcos que emplean a un centenar de
personas. Actualmente, faenan en el caladero 14
embarcaciones, ya que hay varias que actualmente están
siendo reparadas. Aunque el mayor volumen lo ocupan los
barcos de cerco dedicados a la pesca de caballas, también
hay arrastreros y barcos de palangre.
La Cofradía de Pescadores destaca que han cerrado el año
2007 arrastrando pérdidas de 60.000 euros, a las que se
suman las inversiones realizadas por los armadores para
mantener el negocio. La competencia marroquí y el pequeño
tamaño del caladero de Ceuta influyen en que muchos de los
propietarios de barcos hayan optado por el desguace, por lo
que cada vez quedan menos.
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