En más de una ocasión hemos
hablado de los inmigrantes que han entrado a nuestro país, y
muy concretamente a Ceuta, no se sabe por donde, ya que con
documentación en la mano no pasaron ninguna frontera.
Es un método el que vienen buscando decenas y docenas de
inmigrantes, que al no citar su país, ni llevar ningún tipo
de documento que acredite su procedencia, se encuentran con
que tienen garantizada la subsistencia (aunque vaya tipo de
subsistencia) aquí, esperando dar el “salto” en busca de la
añorada Europa del consumismo y la aparente riqueza.
Todo esto nos está costando un riñón, ya que con los gastos
de mantenimiento de los centros, cada vez más, de acogida de
estos inmigrantes se podrían haber puesto en funcionamiento
bastantes residencias de la tercera edad, para aquellos que,
desde su juventud, trabajando con honradez lograron dejarnos
un país como el que tenemos ahora, por ejemplo.
Pueden decir que no soy solidario con estas gentes que
huyendo de las penurias de sus tierras de origen han
recalado en nuestro país, y la solidaridad es lo que más me
agrada, pero comenzando por aquellos que han hecho con su
esfuerzo, que yo y los de mi generación, así como otros que
nos siguen, podamos disfrutar de lo que hoy tenemos.
Por ahí comienza la solidaridad que yo propugno, cada vez
que veo que hay personas, españoles de toda la vida, de 80
años, con dificultades de todo tipo y que no tienen una
plaza en una de esas residencias que reclamamos.
Con todo, no me quiero quedar en esto sólo, para que los
“progres de pro” no nos hablen de demagogias y voy a ir un
poco más lejos, por cuanto muchos de estos “sin papeles”
andan por las calles y concretamente en Ceuta, a sus anchas,
los unos y tratando de esquivar a la policía la mayor parte.
Claro que nada de esquivar a nadie hay en esos improvisados
“guardas de aparcamientos”, a los que todo el mundo ve y a
los que se permite estar ahí como si de un trabajador de la
Ciudad o de una empresa privada se tratara, pero con la
particularidad de que en estos casos no sabes a quien tienes
en frente.
Recuerdo las vísperas de la llegada a Ceuta de los Reyes de
España, cuando Ceuta estaba libre de estos “guarda coches
improvisados”. Luego..., volver a empezar.
Y todo puede permitirse hasta que llega lo que nadie
desearía:” el enfrentamiento, entre ellos, la bronca y, al
final, la agresión”.
Lo más reciente acaba de suceder, un magrebí apuñalado muere
tras una trifulca por aparcar un coche. Ni que decir tiene
que ni el que murió, ni el que le apuñaló, ni otro u otros
que estaban a su lado, tenían papeles.
¿Qué se pede hacer con esto?. No somos los más expertos en
estas especialidades, para eso hay funcionarios muy
preparados que saben muy bien lo que hay que hacer, si se lo
permiten, pero lo que sí sabemos es que no se puede tolerar,
que en Ceuta o en mi pueblo, estén campando por sus fueros
quienes no sabemos de donde son, quienes son, de donde
vienen, a qué vienen o a qué se dedicaban antes de llegar.
El indocumentado que asestó la puñalada y dio muerte a otro,
también indocumentado, fue capturado a la media hora, pero a
en el centro de la ciudad. Hay que solucionar esto de
inmediato.
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