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OPINIÓN - DOMINGO, 13 DE ENERO DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Los Reyes de Jordania, en Marruecos
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Hoy domingo tienen prevista su llegada a Marruecos, procedentes de Ammán, el rey Abdulá II (hijo del rey Hussein) y su esposa, de origen palestino, la elegante Reina Rania, aceptando la invitación personal del soberano marroquí, Mohamed VI. Convergen en ambos monarcas varios puntos en común, además de una profunda y mutua simpatía que supera la meramente generacional: hijos ambos de reyes con una fuerte impronta de estadistas, son a la vez los únicos monarcas reinantes en el mundo árabo-islámico (una gran parte de la población de Marruecos es de etnia beréber) descendientes del profeta Mahoma y, entre otros paralelismos, Abdalla II y Mohamed VI tienen mucho que decir en el enconado conflicto israelí-palestino: el padre del jordano, el gran rey Hussein, apoyó en 1984 la visión de un proyecto conjunto jordano-palestino (que para mí sigue estando en el tapete) para renunciar finalmente, en 1988, a la soberanía sobre Cisjordania a fin de favorecer la creación de un Estado Palestino, impulso que el sátrapa Arafat fue incapaz de aprovechar. Mohamed VI, dato importante, está al frente del comité Al Quods (Jerusalén) y el territorio marroquí fue testigo de importantes y audaces encuentros en pos del proceso de paz, como el celebrado en julio de 1986 en Ifrán entre Hassan II y el líder israelí Simón Peres; por otro lado en Israel vive, como se sabe, una importante población judía de origen marroquí.

El Reino Hachemita de Jordania fue creado a instancias del Reino Unido en 1928, dentro del amplio espacio de antigua soberanía Otomana que, en teoría, debía de albergar a dos futuros estados: el palestino y el israelí. Con ello los ingleses compensaban la fidelidad mostrada por el emir Abdulá (abuelo del actual rey). Pequeño y árido país, con solo 89.260 km2 y más de 5,5 millones de habitantes, mantiene 1.456 kms. de fronteras con Arabia Saudí, Irak, Siria, Israel y la Autoridad Nacional Palestina, siendo muy vulnerable a las tensiones geopolíticas de su entorno inmediato, dependiendo en buena medida su estabilidad del apoyo internacional. Si el rey Hussein vio peligrar su trono con el letal levantamiento palestino de 1970 conocido como “Septiembre Negro” (suprimido implacablemente por el ejército jordano, con un saldo de 10.000 muertos), Abdulá II tuvo que enfrentarse el 6 de octubre de 2000 a una auténtica “intifada” en Baqaa, el mayor campamento palestino radicado en el país. Como significativo detalle, ¼ parte del PIB jordano es invertido en desarrollo humano. Si Abdulá ben Hussein llegó al trono el 7 de febrero de 1999, pocos meses más tarde (julio) Mohamed VI subía al suyo.

Los Reinos de Marruecos y Jordania están actualmente unidos por lazos “fuertes, sólidos y ejemplares”. Ammán apoya una “solución política”, claramente favorable a Marruecos, en el inconcluso contencioso del Sáhara y Rabat ha tendido la mano en aquellas ocasiones en las que el Reino de Jordania ha pasado por graves apuros, como así ha ocurrido durante las dos últimas Guerras del Golfo. Por lo demás, Jordania es uno de los tres estados musulmanes (junto con Túnez y Egipto) con los que Marruecos tiene firmados acuerdos de Libre Comercio, que en el caso jordano entrarán en pleno vigor durante el 2.013
 

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