Pablo Vilar, el refuerzo invernal del Ceutí, empieza a ver
la luz al final del túnel después de permanecer cinco meses
en el dique seco por culpa de una lesión en el hombro
derecho que le obligó a pasar por el quirófano. El gallego,
que saltó a la pista del Díaz-Flor en el minuto 18, dejó
destellos de su clase en ataque y cumplió en el centro de la
defensa cuando suplió a Anselmo. Se prodigó poco en el
lanzamiento y consiguió su primer gol en la primera parte
desde los seis metros tras una penetración. En el segundo
período tuvo cabida en el ‘siete’ de Ali hasta el minuto 14
para jugar tanto en ataque como en defensa; el gallego jugó
en su posición natural, lateral izquierdo, pero también lo
hizo en el centro. No se complicó la vida tratando de mover
el balón con criterio. Después de tres penaltis fallados por
Josef Bozse, Juan Bermejo y Pablo Olivares, asumió la
responsabilidad desde los siete metros para marcar los dos
últimos goles de su equipo, el segundo con el reloj a cero.
El Ceutí aprovechó seis de los diez penaltis lanzados,
mientras que el porcentaje del Elda fue inferior al
transformar tan solo tres de los ocho penaltis ejecutados.
Pablo Vilar regresó con una cómoda victoria de la U.A. Ceutí
y su rendimiento ‘crecerá’ con los entrenamientos y los
partidos. Tiene aún doce partidos por delante para
convertirse en un jugador con mucho peso en el equipo de
Ali.
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