“Entré en política el 14 de febrero de 2001”, dice Mabel.
¿recuerda muy bien esa fecha? “Sí, porque es el día de los
enamorados”. Mabel Deu ocupa una plaza en el instituto Clara
Campoamor como profesora de Matemáticas y Ciencias. Cogió su
primera consejería en 2003, y ahora cuida uno de los puestos
de más responsabilidad en la ciudad, apilando cultura,
educación y mujer. Mabel Deu es una mujer cercana a los
ceutíes y cercana a su familia. Lleva más de siete años
combinando su casa, la tarea del hogar, con el compromiso de
generar caminos en terrenos abruptos para la ciudad; siete
años sin ejercer su profesión en la enseñanza, donde le
esperan el anonimato y la nostalgia.
Pregunta.- ¿Qué tal la entrada de año en el 2008?
Respuesta.- En principio bien, vamos a ver cómo se va
desarrollando. A nivel familiar, como tenemos que compartir
siempre la visita a las dos familias, pasé la primera parte
de la Navidad en Ceuta y la segunda, con mi familia,
también, pero con la de mi marido. Por eso el 31 y 1 lo
pasamos en Madrid, pero muy tranquilos.
P.- Hablando de familia y de política, ¿cómo se concilian
las dos cosas en el día a día?
R.- Pues es complicado. Primero, porque a nivel de política,
servicio público y de atención al ciudadano, no sabes cuándo
vas a tener cuestiones importantes que resolver y tienes que
lidiar con el trabajo diario. A nivel familiar son muchas
las cuestiones cotidianas. En el ámbito de la mujer, aunque
no debería ser así, es cierto que somos las que seguimos
tirando para adelante: tenemos que estar pendientes de la
compra, de que haya bollitos para el niño y de que todo se
desarrolle de una manera normal para que ese tiempo que
pasas fuera no afecte a la casa. Yo intento almorzar todos
los días en casa y pasar al menos ese tiempo de medio día
con mi marido y mi hijo; y también con mis padres, aunque ya
es más a modo de teléfono o mensajes con el móvil. Pero
gracias a Dios, en Ceuta, por la calidad de vida que tenemos
y las distancias que hay, se pueden compaginar mucho mejor
estos asuntos.
P.- Por lo que se ve, esta ocupación le quita más tiempo que
la de ser maestra...
R.- Efectivamente, estoy más liada que si estuviera
incorporada al servicio activo. Bueno, aunque los
profesionales de la educación trabajan muchísimo, lo digo
por experiencia propia. Aparte de la atención al alumnado
tienes que atender a los padre, tienes comisiones,
coordinaciones y cuando llegas a casa debes corregir
exámenes, preparar sesiones de trabajos o actividades... en
fin, también te quita mucho tiempo. Aunque el trabajo que
tengo ahora hace que tu presencia posea más responsabilidad
que si estuviera en la educación.
P.- Y cómo ve una maestra la educación tanto en España como
en Ceuta.
R.- La educación, y más desde el escaño que ocupo, es tarea
de todos y debemos terminar con eso de que cada partido
político, cuando asume el poder, modifique las leyes
educativas. Tiene que haber un consenso, sobre todo en esta
área, aunque es difícil que sea total entre todos los
partidos. Hay que conseguir que toda la comunidad educativa
vaya a una: asociaciones de padres y madres de alumnos,
consejo escolar del estado, centros públicos y privados...
hacer un análisis de los niveles educativos que tenemos y
tener claro en qué país vivimos. No me parece conveniente
desarrollar el sentido que se pretende de la nación española
cuando en cada comunidad hay una enseñanza diferente. Debe
haber un mínimo de objetivos comunes. Por ejemplo, que si yo
tengo un niño que ha estudiado en Ceuta y mañana se va a
Valladolid y pasado a Barcelona, no tenga que acoplarse cada
vez a una enseñanza o lenguaje diferente, e incluso a una
historia o geografía distintas.
P.- ¿A qué nivel se encuentra Ceuta con respecto al resto de
España en Educación?
R.- Los informes que hay, el PISA, por ejemplo, que ha sido
el último en hacerse (sólo participan diez comunidades
autónomas, Ceuta no), no reflejan el estado de Ceuta en la
época actual. Nosotros, a través del Instituto de Estudios
Ceutíes, hemos encargado un estudio para que se realice un
análisis concreto de la ciudad de Ceuta y nos diga si existe
o no fracaso escolar y, si lo hay, qué porcentaje tiene. Me
consta que los niveles van mejorando, porque tengo contacto
directo con este trabajo. Ahora, muchos más aprueban
selectividad, cosa que antes no ocurría, sobre todo entre la
población musulmana, que es la que más padece de fracaso
escolar, quizá por desconocimiento de la lengua tengan peor
comprensión y eso puede impedir un avance progresivo como
debiera ser.
P.- ¿Qué echa de menos del anonimato que le permitía su
profesión anterior? O a lo mejor no lo echa de menos...
R.- Sí lo echas de menos, siempre que te dedicas a
diferentes trabajos o atraviesas etapas en la vida, vas
echando de menos lo que dejas. Yo, aunque sea maestra, he
estado destinada en varios sitios y al principio, pues
echaba de menos el primer pueblecito donde estuve o la
atención que teníamos hacia los más pequeños en educación
compensatoria, o el patio cuando daba clases de educación
física. Ahora, ese contínuo sonido del móvil y el tener que
atender de la mejor manera posible a tu receptor, a pesar de
que muchas veces no estés en condiciones, te obliga a
atender como se merece a la otra persona. Y quizá también,
la obligación moral de acudir a diferentes tipos de actos
cuando muchas veces te apetecería hacer otras cosas. Pero
debes intentar llevar una vida similar a la que llevabas
antes y yo lo intento cuando la agenda me lo permite.
P.- Pero tal y como está ahora mismo la educación, tal y
como se comportan los niños, ¿no es más duro ser maestro que
político?
R.- Es diferente. Tienes unas ventajas e inconvenientes,
compensaciones y descompensaciones en los dos ámbitos. En la
educación, resulta gratificante que el otro día fuera a Hadú
a hacer una visita institucional y cuando nos paramos en una
cafetería me encontrara con que la regentaban dos alumnos
míos. Eso es una satisfacción. O que pasas por un paso de
peatones, te para alguien y te dice, ‘adiós señorita’.
P.- ¿Está pasando la Educación por un estado degenerativo?
R.- Creo que muchas veces se confunde libertad con
libertinaje. También la forma de hablar de la juventud es
ahora diferente. No es que hayan perdido el respeto, pero
hay que entenderlo de otra manera. Yo lo digo porque tengo
un hijo con amigos y ves que la juventud es así. También hay
que ponerse en el papel del otro y ver que realmente esa es
su manera de comunicarse. Por ejemplo el tema de los
mensajitos, se mandan barbaridades lingüísticas. Recuerdo
que cuando estudiaba, que no hace tanto tiempo (apostilla),
si no ponías los acentos pues no te corregían el examen.
P.- ¿Cómo se gestiona el hecho de llevar tres áreas además
de ser la segunda en portavocía?
R.- Gracias a Dios, ser segunda en portavocía es un trabajo
pequeño, porque Yolanda está siempre luchando y de cara a
los medios. Por lo tanto, mi labor es de suplente. Dentro de
la consejería, es cierto que se llevan muchos aspectos. En
educación mantenemos muchos convenios abiertos. Me ilusiona
especialmente la guía eucativa ‘Ceuta te enseña’, un
instrumento eficaz y útil para que nuestros niños tengan un
conocimiento de la historia de Ceuta de una manera
divertida. En Cultura hay muchas atenciones y el tema
patrimonial también requiere mucho tiempo. En cuanto a la
nueva incorporación, Infancia, tenemos dos guarderías que,
próximamente, queremos que sean escuelas infantiles. tenemos
dos retos importantes, uno el de aumentar las guarderías y
la construcción de una nueva guardería que esperemos que se
empiece a construir en los próximos meses. En Mujer, tenemos
el objetivo de reconocer que hombre y mujer somos iguales y
dar atención a aquellas mujeres que más lo necesitan. La
labor fundamental es darle a la mujer que se sienta más sola
un trato especial. Queremos concienciar a la ciudadanía y a
los jóvenes de que la lacra social del maltrato es un tema
importante.
P.- ¿Cuál de las tres áreas necesita un mayor impulso? ¿Las
guarderías, por ejemplo?
R.- El problema de la guardería es que hay poco espacio
físico. Ya planteamos al comienzo de la legislatura que uno
de los objetivos era la construcción de una guardería que
diera respuesta a la necesidad que existe. Aunque este año
hemos intentado hacer convenios con guarderías privadas para
quedarnos con plazas para que vayan ciudadanos con menos
posibilidades. Trabajamos con el Estado para que nos ayuden
a financiar esta nueva guardería y para la ampliación de
algunas de las que tenemos.
P.- ¿Es buena la progresión de la Cultura en Ceuta? ¿Cómo se
palpa el progreso en la calle?
R.- Sí es verdad que nosotros trabajamos escuchando
sugerencias, recomendaciones... Ahora sucede algo que no
ocurría antes, cuando muchos ciudadanos se iban a Madrid,
Málaga o Sevilla para ver una obra. Posiblemente sigan
haciéndolo, porque hay muchos espectáculos que solo pueden
verse allí y porque nuestras condiciones en invierno en el
auditorio no nos lo permiten, pero sí hemos intentado que
los ceutíes puedan disfrutar de obras de mediano formato,
que están en los carteles a nivel nacional.
P.- ¿Seguirá el mismo formato cuando el teatro pase a la
Manzana del Revellín?
R.- Un auditorio de esa envergadura debe contar con una
fundación que lo gestione, como ocurre en los grandes
teatros de España, y que no sea un tema de Ayuntamiento y
Consejería como ahora.
P.- Será un gran desahogo tener un teatro en el Revellín.
R.- El auditorio previsto está casi terminado. El aforo del
auditorio que tenemos ahora es de 532 butacas, y el que ha
diseñado Álvaro Siza asciende a casi 800 personas, por lo
tanto, será un sitio de privilegio para poder ver las
actuaciones. Llevará palcos y un foso para las orquestas.
Ahora hemos traído una filarmónica y tenemos que hacer dos
sesiones por culpa del aforo. La idea es traer alguna ópera,
alguna zarzuela en invierno, cosas que no podemos hacer
actualmente.
P.- ¿Cuáles va a ser los principales hitos culturales en
2008?
R.- El principal hito es seguir trabajando, más si podemos.
Hemos presentado la guía que se desarrollará desde la semana
que viene hasta finales de mayo, estamos trabajando en
verano y en los siguientes meses del año. En el tema
patrimonial, seguiremos con la restauración de las Murallas
Meriníes, terminar el Baluarte de los Mallorquines, comenzar
con la puesta en valor de la Puerta Califal (dentro del
Parador) y terminar con la biblioteca pública. Pero el
principal hito quiero que sea la creación del Campus
Universitario, así como la integración de la Escuela de
Enfermería, que esperemos que sea en este primer trimestre.
P.- ¿Le ilusiona mucho la integración de la Escuela de
Enfermería y la creación del Campus?
R.- Mucho, porque desde el año 2001 estamos trabajando en la
integración. Es muy largo el recorrido y parece que nunca
llega y eso hace que te desilusisones, porque me hago
autocrítica y me digo, ‘pues no soy capaz’. Pero no será por
no haber luchado por ello. Siempre te marean, te dicen que
el año que viene se hará, pero no llega y yo me lo creo,
será porque soy un poco ingenua y confío mucho en las
personas. Entonces cuando un rector, o un alto cargo del
ministerio de Educación te promete que eso va a salir
adelante, yo lo transmito con ilusión. Pero vamos a darnos
una oportunidad, porque hay un rector nuevo y lo prometió
delante de todos en Ceuta cuando vino en precampaña. En
cuanto al Campus, como madre, consejera y ciudadana, sería
un orgullo haber trabajado en la realidad del Campus.
Buscamos que los chicos universitarios dispongan de un
comedor, una residencia para dormir y una biblioteca que
incluso esté abierta las 24 horas para que exista un
ambiente universitario en Ceuta.
P.- En cuanto a Mujer, ¿para cuándo está previsto la
creación del Instituto de la Mujer?
R.- Está previsto. Tenemos hasta un borrador de lo que sería
ya el Instituto, pero antes de cerrar este tema tenemos que
buscar una ubicación, que va a requerir una inversión.
Queremos tener un espacio para que la mujer pueda ir a
formarse, entretenerse, charlar, un espacio donde dejar a
sus hijos. Queremos crear un centro cultural donde la mujer
pueda acudir al psicólogo o informarse jurídicamente.
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