Sorprendido por la “virulenta” reacción de los sindicatos a
la nota de prensa emitida ayer por el Gabinete de
Comunicación de la Ciudad Autónoma, el viceconsejero de
Recursos Humanos del Gobierno ceutí, Javier Díez Nieto,
quiso insistir ayer en que el borrador de la RPT trasladado
a los sindicatos es sólo “un primer paso para empezar a
trabajar”.
La Ciudad Autónoma no quiso, según el viceconsejero de
Recursos Humanos, Javier Díez Nieto, y otras fuentes del
Gobierno que preside Juan Vivas consultadas ayer “ni
amenazar” y empezar “ninguna guerra sindical”. Ahora sí, el
Ejecutivo ceutí tampoco está dispuesto “ni a paralizar la
Administración” ni a dejar que el compromiso de elaborar la
Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de la Ciudad “duerma el
sueño de los justos”.
Desde ese punto de partida, el viceconsejero mostró ayer su
sorpresa por la airada respuesta de los sindicatos con
representación en la Administración autonómica a la nota de
prensa emitida ayer en la que la Ciudad recordaba que sigue
esperando sus propuestas al respecto y advertía de que, de
no recibirlas, publicará su contenido.
“La RPT es un instrumento necesario que hasta la fecha tanto
los sindicatos como el Gobierno hemos reivindicado
elaborar”, recordó Díez Nieto, quien insistió en que el
borrador trasladado a las centrales en diciembre “no es la
RPT definitiva ni un documento finalista ni nada parecido”.
“Lo que tenemos en la mano es un primer paso para empezar a
trabajar elaborado por una empresa solvente y con
experiencia en este ámbito”, detalló el viceconsejero, quien
no quiso cuantificar cuántos euros vale cada punto
adjudicado a cada puesto [entre 900 y 3.000], ya que según
dijo serán los técnicos de Estrategia Local quienes vuelvan
a Ceuta “para explicar cuantos conceptos sea necesario”.
Díez Nieto tampoco quiso fijarse un plazo para terminar el
documento: “En una Administración con más de 1.500
trabajadores sabemos que el proceso de alegaciones será
largo porque nadie conoce mejor un puesto que quien lo
desempeña”, advirtió antes de asegurar que el contar con una
RPT “no tiene por qué afectar al sueldo de nadie”.
“Se trata”, explicó, “de marcar unas reglas de juego de las
que ahora carecemos y que darán seguridad y perspectivas
tanto a la Administración como al funcionariado”.
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