Uno de esos amigos, mejor dicho
conocido, que uno se encuentra en calle y le preguntan de
todo y por todo, sin darse cuenta de que no sabemos de todo,
más bien de nada, me ha “atracado” en plena calle Real para
preguntarme, por qué aún continúan formando parte del equipo
de gobierno algunos pertenecientes al GIL. La repuesta no le
ha debido gustar mucho, por la cara que ha puesto, cuando le
he dicho, que es algo que ni me importa, ni me interesa lo
más mínimo. Eso se lo debes de preguntar a quienes
corresponda, que son los únicos que te pueden decir la razón
por la que forman parte del gobierno de la ciudad. A mí,
personalmente y en persona, que me registren.
Con un no te entiendo, me ha dejado con la palabra en la
boca y ha seguido su camino. El que a veces no entiende, a
ninguno de estos que me paran par preguntarme cosas, soy yo.
No aciertan a comprender que cuando apareció el GIL por
estos lares, servidor que no estaba de acuerdo con ese
equipo de gobierno, escribió lo que tuvo que escribir sobre
el mismo y punto. No hay más. Me importa un bledo, lo que
cada partido haga o deje de hacer. Ese es el problema del
partido que ha querido seguir gobernando con personajes del
GIL.
Si acaso, quien más molesto debería estar, seria el menda,
por cuanto la defensa por los intereses del Partido Popular
y la lucha contra el GIL, sólo me trajo algunas que otras
amenazas, varios improperios donde se acordaban de toda mi
generación, y un ni por ahí te pudras del Partido Popular,
cuyos intereses había defendido a capa y espada.
Eso fue todo lo que conseguí, las amenazas, los insultos de
los seguidores del GIL y la indiferencia, total y absoluta,
de los mandas del Partido Popular. Por todo ello, qué me
importa si los populares gobiernan o dejan de gobernar con
personajes del GIL. Allá ellos.
O sea para aclararnos, sobre todo para que se aclare, de una
vez por todas, ese conocido que me ha realizado semejante
pregunta. Yo sería el que debería estar más molesto, al
haber empleado todo mí tiempo a defender una causa para que,
después, entre esos que eran enemigos, sólo ha faltado
gritarles ¡que se besen, que se besen!.
Desde luego, lo tengo claro, si las cartas se pudiesen jugar
dos veces, jamás volvería a hacer lo que en aquellos
momentos hice, atacar al GIL y defender al Partido Popular.
Sin duda alguna jugaría mis cartas, que me las pusieron en
bandeja de plata, y aceptaría, la magnifica oferta que me
hicieron, unos pesos pesados del GIL, una tarde en la
Cafetería Terminús
Pero siempre he sido hombre que, igual que he pagado mis
deudas he cobrado lo que se me debe. Creo que es una justa
compensación. Por eso, en no muchas fechas, me van a poner
en bandeja una actuación que se está preparando y que, por
esa causas raras que tiene la vida, es totalmente ilegal.
Si se produce, no tengo duda alguna, que iré por todas, con
la ley en la mano para poner a más de uno en el lugar que le
corresponde. La ley es para todos igual, lo dice nuestra
Constitución. Te vas a columpiar si firmas esa concesión.
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