El presidente de la Asociación de Panaderos de Ceuta, José
Manuel Ruiz, volvió ayer a pedir un mayor control sobre la
entrada ilegal de pan desde Marruecos, al estimar que esta
práctica desleal está provocando la crisis “más grave” del
sector panadero ceutí. Ruiz aseguró que la entrada de pan de
Marruecos ha motivado que a principios de este año haya
cerrado la panificadora ‘La Espiga de Oro’ después de más de
cincuenta años de existencia.
El presidente de los panaderos comentó que la crisis “se
inició hace más de dos años y las autoridades nos dicen que
el pan de consumo no se puede prohibir”. Ruiz consideró que
este producto entra en la ciudad “sin ningún tipo de control
sanitario, por lo que se debería prohibir su entrada”.
La pieza de pan de Marruecos se vende a 10 céntimos de
euros, mientras que en Ceuta cuesta entre 40 ó 50 céntimos
la pieza.
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