¡El centro también existe! Ayer, los comercios de la zona
más tradicional de la ciudad abrieron sus puertas para
acoger el primer día de rebajas. A algunos, incluso, no les
dio tiempo a colocar los reclamos publicitarios en los
escaparates ya que, tras un día de fiesta lleno de trabajo
preparando los locales, la mañana de ayer trajo las primeras
aglomeraciones.
El centro existe debieron pensar ayer los propietarios de
los pequeños comercios del centro cuando abrieron sus
puertas por la mañana. Y es que, el lunes, tan sólo las
grandes firmas, pertenecientes a franquicias monstruosas,
dejaron pasar a los consumidores para comprar. Por eso,
ayer, el día fue más tranquilo para establecimientos como
Zara o Springfield que por fin respiraron tras un lunes
agotador. Aunque el Revellín estaba abierto, ya eran más
locales a repartir para todos. A diferencia que el lunes,
cuando los locales se llenaron desde primera hora de la
mañana, ayer, las aglomeraciones se dieron a partir de las
seis y media de la tarde.
Las tiendas del centro mantienen una idiosincrasia diferente
para el consumidor. Para ellos, el público no es un mero
visitante, sino alguien de la familia, por eso,
establecimientos como Mora o Almacenes Madrid aseguran no
tener miedo de las grandes superficies, porque “mantenemos
al cliente de siempre”, aseguró Antonio Rivas, de Almacenes
Madrid.
Ninguno de los comercios consultados por este periódico ayer
abrió sus puertas el lunes, por lo que se refleja el gran
potencial y la ventaja con que parten los gigantes con
respecto a los más chicos. Pero esto no los amilana y se
sienten igual de fuertes que siempre, aunque algunos andan
de capa caída, como Gales y Fabiola que, si nadie lo
remedia, cerrará su tienda este año en favor de una sucursal
bancaria.
Por su parte, Paco Benítez, de Calzados Cutilla y que lleva
viviendo más de 30 rebajas consecutivas, aseguró que la
caída de las compras se nota durante todo el año, “antes,
detrás de este mostrador éramos diez personas y apenas damos
a bastos”, ahora, dos dependientes pueden con todo. “La
crisis viene lastrándose desde hace varios años; además esta
temporada nos ha afectado la obra de la calle Real. Ahora,
la gente va picoteando, pero no compra en masa”. Cutilla ha
tenido más suerte que otros y ha puesto, al menos, uno de
sus escaparates en rebajas, aunque asegura que durante estos
días irá colocando todo al 30 % por lo menos “y otras ni lo
tocamos, porque el precio está muy afinado. Tampoco tocamos
los calzados clásicos”, explica. “Hay mucha competencia,
muchos zapatos chinos. Unas zapatillas allí están a tres
euros y nosotros las tenemos a 20, por eso, viene una madre
de familia con cinco niñas y se va al chino”.
En Carmen Marañés, “hoy -por ayer- ha sido un día de mucho
cambio”, aseguró Patricia Marañés, una de las encargadas.
“Lo que más se han vendido son productos de cosmética y
perfumes”.
Mora, como siempre, mantiene su oferta tradicional de
rebajas al dos por uno. Así lo explica su dependienta,
Silvia Poyato, “pagas la prenda que más vale y te llevas
otra del mismo o menor precio”.
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