Un coche de la Policía Local fue apedreado durante el
transcurso de una actuación en la barriada de Miramar Bajo,
en la trasera del polideportivo Díaz- Flor. El
superintendente de la Local, Ángel Gómez, explicó a EL
PUEBLO que la lluvia de objetos procedía de un monte situado
justo detrás de donde estaba estacionado el vehículo de las
fuerzas de seguridad.
El vehículo de patrulla de agentes de la Policía Local
recibió una lluvia de pedradas y otros objetos contundentes
durante una actuación desarrollada en la tarde del domingo
en la barriada de Miramar Bajo.
Los efectivos de la Policía Local acudieron a una llamada de
un vecino que alertó sobre el incendio en un vehículo
estacionado en la parte trasera del polideportivo ‘José
Ramón López Díaz-Flor’.
Los primeros en llegar fueron los bomberos. Estos se
afanaban por sofocar el incendio que se había registrado en
el turismo. La patrulla de Policía se personaron en la zona
y establecieron contacto con los mandos del cuerpo de
bomberos para evaluar la situación. Una vez se cercioraron
de que no existía demasiada trascendencia decidieron
abandonar el emplazamiento.
Así, según explicó el superintendente de la Policía Local,
Ángel Gómez, cuando los efectivos desplazados comenzaban a
abandonar la zona recibieron la lluvia de piedras procedente
de una zona montañosa situada tras el vehículo.
Las piedras rompieron la luna trasera del propio coche
policial, según precisó Gómez. En cambio los agentes no
resultaron dañados. La rapidez con la que se sucedieron los
hechos y la ubicación de los individuos impidió a la Policía
localizar a los causantes del incidente.
Las gestiones de la Policía continuaban en la jornada de
ayer sin resultados que, por el momento, pudieran
trascender.
El superintendente del cuerpo se mostró extrañado por el
suceso al ser el primero de esas características que sucede
en dicha barriada. “Nunca hemos tenido problemas de
hostilidad hacia los agentes en esa zona”, agregó Gómez.
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