Una de las últimas labores en las que participaron agentes
de la unidad de submarinistas de la Guardia Civil de Ceuta
fue en el rescate del cadáver de una inmigrante subsahariana
que había quedado atrapado entre el roqueo del espigón de la
playa de la Ribera.
En aquella ocasión el cuerpo sin vida llevaba más de quince
días ahogado y presentaba signos evidentes de
descomposición. Los submarinistas de la Guardia Civil
vuelven a la actividad incómoda aunque obligada de rescatar
cadáveres, ahora en aguas de Trafalgar.
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