A sus quince años ya demostró genio y figura cogiendo
carretera y manta rumbo a Madrid para formarse como bailaora
y terminó entonando un “sentío” ‘Amor brujo’ para el maestro
compositor Ara Malikian. Elsa Rovallo, ‘La Shica’, demostró
hace un par de días en Logroño que el duende es algo que
“arde desde muy dentro” cuando no lo dejas salir. En febrero
sale su primer trabajo, ‘Trabajo de Chinos’.
Se hace la luz en el escenario que la concentración musical
‘Culturas Contemporáneas Actual 2008’ dispuso el pasado
viernes en la ciudad riojana de Logroño. Comenzar un
concierto con la copla ‘Pena, penita, pena’ es una decisión
muy arriesgada, pero los quejíos de esta garganta sureña
rajan el pecho de los asistentes, embobados con una
coreografía “muy estudiada, en la que colaboramos todos con
nuestras aportaciones”. Pocos minutos más tarde escuchamos
un giro de 180 grados: se da paso a una mezcla de soul,
flamenco, copla, funky y música brasileña, entre otros
palos; “las canciones de nuestro pasado no deben caer en el
olvido, así que nosotros las recogemos y le damos un nuevo
toque más nuevo para todos los oídos”, nos comenta la
intérprete de vuelta a su tierra natal tras la resaca de un
día de actuaciones y cientos de kilómetros de carretera.
La Shica pisará en un futuro inmediato los escenarios de
Normandía Barcelona, Grecia y Madrid por este orden. La
menina de Morgan Brites, manager de Jarabe de Palo y Jorge
Drexler, no puede dejar indiferente en sus actuaciones
acompañada de un séquito de lo más variado: La Shica la
conforman Ana Romero y Cecilia Lizcano a las palmas y coros;
Fernando de la Rúa a la guitarra; Luis Domercq, letrista,
Miguel Rodrigañez con su contrabajo y Pablo Martín en las
percusiones. Con ellos se siente arropada y segura, ya que
“subirse a un escenario es una grandísima responsabilidad”.
Pero cabe esperar mucha fuerza de una mujer que hizo el
hatillo con quince años “para bailar flamenco como Marisol”
y que terminó cogiendo “tablas en actuaciones que empalmada
una tras otra en las calles de Madrid”. Logroño ha visto
nacer su ‘Trabajo de Chinos’.
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