PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 6 DE ENERO DE 2008

 
OPINIÓN / EDITORIAL

La hora de la economía

Desde que un asesor de Clinton le gritara a un adversario político aquello de que “¡Es la economía, imbécil!”, a ningún partido político se le escapa que sus propuestas en materia económica juegan un papel eminente en cualquier proceso electoral: ante una equiparación ideológica cada vez más nivelada que deja muy poco espacio para el debate, los electores nos hemos vuelto materialistas y cada vez estamos más preocupados por quién puede garantizar mejor nuestra subsistencia.

Durante las últimas semanas, especialmente tras conocerse el pasado mes de diciembre los últimos datos relativos al índice nacional de desempleo y la inflación anual registrada (aún por confirmar) en 2007, el debate alrededor de la coyuntura económica en la que se encuentra nuestro país al término de la legislatura ha centrado buena parte de la discusión política a todos los niveles.

El debate, que no tiene por qué ser negativo mientras ninguna formación atice una crisis que todavía no existe por motivos electoralistas o encubra sus verdaderas prospecciones de futuro en este campo por esas mismas razones, debería ser de especial calado en una ciudad como Ceuta.

Este puede ser el mejor momento para que los electores exijan al Partido Popular y al PSOE, que obviamente son los dos únicos con posibilidades de gobernar el Estado durante los próximos cuatro años, cuál es su propuesta en materia económica para la ciudad autónoma, más necesitada que ninguna otra región de un plan de desarrollo económico real y viable. Ambos partidos y muy especialmente sus candidatos al Congreso y al Senado tienen la obligación de concretar cómo contribuirán a dicho desarrollo de llegar al Gobierno de la nación el próximo mes de marzo y qué sectores consideran que pueden ser más aprovechables por una ciudad con las características tan peculiares de Ceuta. Eso ahora. Después de los comicios, su obligación será velar porque su adversario (o sus propios compañeros) cumplan lo prometido.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto