Por hoy el dios Cronos se ha compadecido de los vástagos y
no ha permitido que sus huestes abrieran los grifos del
cielo y, en un buen consenso con los enviados de esos tres
viejos conocidos suyos ha permitido que el clima se
suavizara para que los críos tuvieran sus momentos de
gloria.
En un clima como el que he redactado en el anterior párrafo
y un ambiente cargado de electricidad producida por la
emoción y la alegría de los más pequeños, la Casa de Ceuta
en Barcelona participó en la Gran Cabalgata de Reyes Magos
celebrada en las calles del distrito de San Martí,
conjuntamente con otras asociaciones y organizada por el
Ayuntamiento de Barcelona.
El tiro de salida de la larga y concurrida Cabalgata dio
comienzo a las 17:30 horas, partiendo del incomparable marco
del Fórum de las Naciones y recorriendo la Diagonal de
Barcelona, en su parte del mar, la larga y populosa Rambla
de Prim, la avenida de Guipúzcoa hasta la Gran Vía y retorno
a la Rambla de Prim, finalizando a las 20:30 horas. Justo
frente por frente al local social de la Casa de Ceuta en
Barcelona.
Los hijos y nietos de los socios participaron activamente en
la misma subidos a un tren especialmente decorado para la
ocasión y en la estela del rey Gaspar, teniendo detrás de
ellos a los restantes magos Melchor y Baltasar.
Lo pasaron muy bien, los críos, tirando caramelos a troche y
moche ante un muy concurrido recorrido, pleno de público de
todas las edades, que aplaudieron con ganas, llamaron a los
reyes por sus nombres y recibieron miles de caramelos.
La Casa de Ceuta en Barcelona, desde “su tren” especial
arrojó al público poco más de 110 kilos de caramelos con
gran algarabía de la grey infantil y alboroto de los no tan
niños que no se cansaban de recoger caramelos hasta de
debajo de las ruedas de los armatostes que participaban en
el desfile.
Después de finalizada la Gran Cabalgata y con las caritas de
los niños radiantes de felicidad, acudieron en tropel a las
puertas del local social de la Casa para esperar la visita
del Rey Mago Gaspar, que acudía personalmente a visitarles
en la sede social.
Cuando se percataron de que el Rey Mago Gaspar estaba ya con
ellos, la explosión de alegría fue inmensa y le siguieron
hasta el interior del salón de actos donde el Rey Gaspar,
desde su trono, fue llamándolos por su nombre uno a uno,
entregándoles un obsequio e interesándose por sus vidas.
Después todos pasaron a la Sala de Exposiciones para que el
Rey Gaspar pudiera apreciar los dibujos que habían hecho los
críos en el Concurso de Postales de Navidad. Cada autor
infantil fue explicando a Su Majestad lo que su respectivo
dibujo quería expresar. Como el tiempo pasaba volando, el
Rey Mago Gaspar, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para
despedirse de los niños porque tenía que ausentarse ya por
cuanto aún habían otros muchos niños esperándoles.
Los chicos, hijos y nietos de los socios, acompañaron a Su
Majestad hasta las puertas de salida, despidiéndole con
efusión, mientras algunos de los críos no paraban de llorar
porque querían que se quedara más tiempo con ellos.
Fue una tarde-noche mágica para los pequeños que de seguro
no olvidarán en un largo período de tiempo, ni yo lo
olvidaré... porque arrearme cinco kilómetros andando y
recibiendo disparos, en forma de caramelos lanzados con una
fuerza inimaginable en niños, cargado con la cámara ya me
dirán Vds. en qué estado estaría.
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