La crisis en las relaciones bilaterales entre España y
Marruecos desencadenada por la visita Real a Ceuta y Melilla
del pasado mes de noviembre puede tener consecuencias
directas, aunque no visibles materialmente, sobre la ciudad
autónoma. Así lo piensa al menos el periodista Ignacio
Cembrero (Madrid, 1954), reconocido como uno de los mejores
especialistas nacionales en Marruecos y el Magreb, que en su
último artículo de análisis sobre esta coyuntura, publicado
en el diario EL PAÍS tras la visita de Moratinos a Rabat de
esta semana, advierte de que “la pretensión fronteriza de
los ceutíes [tener una aduana comercial con el país vecino]
parece ahora más inalcanzable que nunca”.
En su texto Cembrero recuerda el escaso énfasis que el rey
Mohamed VI ha puesto en la reivindicación territorial sobre
Ceuta y Melilla desde que llegó al trono (“es un patriota
pragmático, más empeñado en el desarrollo del norte de su
reino, incluida el área que rodea a Ceuta y Melilla, que en
acabar con lo que llama un “vestigio colonial”, dice) y
tilda de “meramente simbólicos” los gestos que ha tenido el
Gobierno de Zapatero frente a Rabat en relación con las dos
ciudades.
Así, aunque reconoce que “nunca un Gobierno español salido
de las urnas reafirmó con tantos gestos la soberanía de
España sobre las dos ciudades autónomas como el Ejecutivo de
José Luis Rodríguez Zapatero” también insiste en que “el
Ministerio de Exteriores no se ha atrevido a pedir a Rabat
que abra una negociación para otorgar a Ceuta una frontera
comercial con Marruecos para poder exportar legalmente”,
petición que ahora parece a su juicio “más inalcanzable que
nunca”.
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