A pesar de que ahora nos ponen una
cortina de humo con las rebajas desde el día 7, la realidad
es que el comienzo del año aparece con una serie de subidas
que hace menos llevadero el día a día, a partir del 1 de
enero.
Atrás van quedando las fiestas navideñas, atrás ha quedado
el despilfarro, se pueda o no, para no quedarse atrás en
plenas fiestas, y por delante, todavía, nos quedan los
últimos regalos, los últimos gastos de la fiesta de Reyes.
Luego ya, una cuesta de enero, una rampa más dura que las
del mismísimo Tourmalet, hasta los primeros días de febrero.
Es lo que ha habido y es lo que espera, a cortísimo y a
medio plazo, con lo que no sé qué mentiras nos van a contar
los del Gobierno, a partir de ahora, en cuanto comience la
campaña electoral y los aspirantes a sucederlos en el mismo
Gobierno, otro tanto de lo mismo, cada vez que hablen de
economía, por ejemplo.
El pan ha subido, en el año que ha terminado, una barbaridad
(es un producto de primera necesidad), la leche subió por
encima del 15% (también es producto de primerísima
necesidad); los combustibles subieron en torno a un 10% si
es que no más y también son necesarios para la vida de
nuestros días. Con lo que no sé de donde se sacan la golfada
de que la cesta de la compra subió en el año un 3%.
Esos datos que se dan como oficiales o son mentiras
premeditadas, o son golfadas intencionadas pensando que los
demás somos gilipollas o son elaborados por unos
incompetentes, lo que todavía sería peor.
Y es que hoy no nos vale que nos digan que un reloj no ha
subido más que un 2% o un abrigo de pieles se ha quedado en
el mismo precio que estaba hace un año (algo que sería
discutible). Esos ejemplos, si es que sirven, también, para
elaborar la subida de la cesta de la compra, en un año, son
unas de las muchas farsas con las que los Gobiernos, sean
del tinte que sean, nos intentan engañar, y mucho más cuando
para ganar votos dicen:” Ahora en enero a los jubilados les
damos una paga extra de 200 euros por el desfase que hubo el
pasado año”. Eso, y es así, es un poco vergüenza, una falta
de seriedad y una tomadura de pelo que no se ajusta a lo que
acabamos de ver el mismísimo día 1 de enero, día de Año
Nuevo, cuando ya te dicen que sube el gas, en torno al 5%,
que sube el teléfono, que suben los carburantes y todo lo
que es totalmente necesario en el día a día, pero
enmascarándolo con las rebajas que se avecinan en El Corte
Inglés, y en los demás establecimientos.
Y lo más lamentable es cuando dicen que suben un 4 o un 4,5%
los salarios interprofesionales, de aquellos que ganan 600
euros al mes. Es la demagogia para que quienes llevan más de
10 años perdiendo poder adquisitivo no puedan decir nada, al
ganar más de esos 600 euros.
Cuando vamos a empezar a soportar a todos los “parlanchines
y urdidores de fábulas” contar mentiras en los muchos
mítines que van a comenzar pronto, y en todas las
publicidades que empezaremos a ver colgadas de las farolas,
lo único que se me ocurre decirles a los unos y a los otros
es:” no nos valen las mentiras, queremos realidades en
economía, sanidad, seguridad, educación y dignidad humana”,
con lo otro quédese el politicastro de turno. Amén.
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