Ha pasado Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo y
ahora nos adentramos en la recta final de estas entrañables
vacaciones navideñas con la ansiada y esperada, por tantos
niños, llegada de los Reyes Magos, los cuales empezaron ayer
a colmar de ilusión los corazones de los más pequeños de
nuestra ciudad.
Los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, y sus historias
reales, llegaron ayer tarde hasta nuestra ciudad, pese al
mal tiempo reinante, para empezar a recibir a los más
pequeños de nuestra ciudad, los cuales podrán acudir hasta
mañana viernes al Palacio Autonómico, para hacer partícipe a
estos Magos de sus ilusiones renovadas; ilusiones estas que
esperan ver cumplidas en la noche del día 5 de enero, una
noche única en la fantasía de tantos y tantos niños que
aguardan, esperanzadamente, esos regalos que los Reyes Magos
les dejarán en sus habitaciones, junto a sus camas... pues
ellos se portaron bien y así lo han dicho o lo dirán en esas
cartas escritas con letra torpe todavía, o que alguien ha
escrito por ellos, y han enviado a un palacio que existe en
Oriente y donde habitan esos Reyes Magos... Y, a la mañana
del día 6, la espera ilusionada se habrá hecho realidad en
el alborozo de unas criaturas que viven entonces una de sus
mejores, más puras y alegres fantasías.
Pese a las inclemencias meteorológicas, donde el viento, la
lluvia y el frio hicieron acto de presencia, un gran número
de niños acudieron a la recepción que Melchor, Gaspar y
Baltasar celebraron ayer en el Palacio Autonómico de nuestra
ciudad.
Los Magos de Oriente, a medida que iban escuchando con
atención los deseos de estos pequeños y recogiendo las
cartas con los juguetes que quieren para el próximo día 6,
fueron también repartiendo caramelos entre los pequeños
asistentes.
La recepción comenzó a las 18:00 horas a las 22:00 horas, y
pese al mal tiempo reinante muchos fueron los pequeños que
se acercaron, acompañados de sus padres, a mostrarle a los
Reyes Magos sus deseos para la mágica noche del próximo día
5 del presente mes.
Los tres Reyes, Melchor, Gaspar y Baltasar llevan ya más de
dos mil años llevando regalos a las casas en estas fechas,
iniciando esta labor cuando guiados por una estrella,
viajaron de Oriente a Belén para adorar al Niño Dios. Del
recuerdo de aquellos regalos nació la costumbre española de
hacérselos a los niños en la noche del 5 al 6 de enero,
fecha en la que se celebra la festividad de aquellos tres
monarcas.
Por último destacar que desde ayer se ha visto brotar la
ilusión de los más pequeños por los Reyes Magos.
, la ilusión de los niños, ojalá de todos los niños, la
ilusión también de quienes ya no lo son, pero siguen
aguardando, esperanzadamente, a la vuelta de tristezas y
desengaños, encontrar junto a su ventana, en un día mágico,
el regalo de una bendita ilusión.
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