Nos anuncia el Presidente Juan J.
Vivas, en declaraciones exclusivas a nuestro diario, que
algún día escribirá la “Intrahistoria” de la visita Real a
Ceuta y decimos nosotros que, con los amplios conocimientos
que nos consta posee de Ceuta, se queda corto en sus deseos
y que debería obsequiarnos, no solo con relatar la tal
visita regia sino, también, la de todos “los hechos de la
vida tradicional que han servido de fondo permanente a
nuestra historia cambiante y visible”, como diaria Miguel de
Unamuno, sean políticos, sociales, económicos, culturales e,
inclusive, deportivos de este pueblo.
Juan J. Vivas es conocedor muy a fondo, por haberlas vivido
muy de cerca, dado su carácter de alto funcionario, primero
y de político, después, de todas las vicisitudes y hechos
notables pasados en Ceuta desde los albores de la democracia
hasta nuestros días y su exposición pública nos serviría
para, en unos casos, rememorar y, en otros, conocer hechos y
circunstancias pasadas siempre dignas de ser tenidas en
cuenta.
La Historia según Miguel de Cervantes, “es émula del tiempo,
depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y
aviso de lo presente, advertencia de lo por venir” y toda la
amalgama histórica, que es muy extensa, de acciones
políticas o de otra índole que sucedieron en Ceuta han sido
muy tenidas en cuenta, nos consta, por nuestro Presidente
desde que comenzó a tratar al último Alcalde de la dictadura
y primero de la democracia Alfonso Sotelo Azorin (seguimos
insistiendo en que Ceuta está en deuda con tan insigne
político que, a nuestro criterio, se merece, que menos, que
la designación de una calle con su nombre para perpetuar su
memoria) hasta nuestros días.
Pasando por sus conversaciones con personas de mucha
influencia en la Ciudad como Eduardo Hernández, Teniente de
Alcalde en la época citada (quien diría de él, según nos
comentó en cierto momento el columnista de este diario
Manolo de la Torre, que llegaría a ser un gran político) el
Magistrado Villar Padín y Ricardo Muñoz, Clemente Pecino,
Fruto Miaja, Paco Fraiz, Aurelio Puya, Basilio Fernández,
Jesús Fortes (todos ellos ex-Alcaldes, con quienes colaboró
profesionalmente llevando a cabo, dicho sea de paso,
numerosas acciones como el Parque Marítimo, el Hotel Trip,
la creación de las Empresas Municipales Procesa y Emvicesa,
etc..etc) y otras “viejas glorias” de la política local, mas
su extensa formación académica y profesional, que le dieron
los conocimientos suficientes para que hoy en día pueda
editar una “Intrahistoria” de varios tomos con cuya lectura
se sorprenderían hasta los mismos contemporáneos de sus
actividades y no digamos el pueblo llano que así conocería
muchos pormenores de los distintos, en algunos casos (que
todo hay que decirlo) contubernios y, en otros,
coexistencias que se llevaron a cabo para la formación de
gobiernos municipales, consiguiente elección de Alcaldes y,
posteriormente, desde marzo de 1995 en que se promulgó el
Estatuto de Autonomía, de Presidentes de la Ciudad Autónoma
de Ceuta.
Con esta antología de la vida ceutí, no solo de la visita
Real sino de todas aquellas otras páginas dignas de ser
destacadas que nos pudiera relatar Juan J. Vivas a través
del mejor invento que ha hecho el hombre como es la
escritura, se tendría una clara y precisa información
dirigida a cuantos son seguidores de los pormenores
sustanciales de nuestra patria chica y de sus avatares tanto
políticos, como sociales o de cualquier otra índole.
|