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El año ha comenzado con
advertencia clara. Aunque no se puede determinar
oficialmente las causas del incendio del remolcador que se
encontraba atracado en el muelle Dato, requisado
judicialmente, sí se ha apuntado a la posibilidad de que
algunos irregulares de los que pululan por doquier pudieran
estar detrás del suceso, máxime cuando tanto Guardia Civil,
como Policía Nacional y Local permanecen en estos días
atentos a la interceptación de estos irregulares
fundamentalmente marroquíes que, ociosos, permanecen en la
ciudad sin computar en las cifras oficiales de inmigrantes.
Para eso ya están los que están supuestamente controlados
por las autoridades en el apelmazado Centro de Estancia
Temporal.
Estos otros, los no computados, irregulares mayoritariamente
marroquíes, permanecen en Ceuta por centenares; camuflados,
escondidos o guarnecidos bien en viviendas ceutíes, bien en
instalaciones abandonadas tanto en tierra como en mar, o
bien entre las escolleras de Poniente o cercanías del
puerto. También hay mucha irregular en el centro de Ceuta a
altas horas de la madrugada sin permiso para traspasar la
media noche en España.
Pero también, en estas fechas de compras y de masiva
presencia de ciudadanos en las calles, aparece la figura del
‘tironero’, según alerta ya la Policía. En esta ocasión no
se trata de un irregular, sino de un marroquí con pasaporte
de Tetuan [con facilidad de acceso a Ceuta] que, con buena
presencia, se camufla por las calles más transitadas del
centro para dar su ‘golpe’ a la ciudadana que más ande
despistada o que menor movilidad disponga. Este asunto es
realmente sensible porque entre los muchos marroquíes de
bien que se acercan a la ciudad para pasear o comprar,
penetran estos otros que llegan con otras intenciones.
Más trabajo para la policía, por si ya de por sí, no tuviera
bastante con la inmigración, con los irregulares durmientes
y con la delincuencia en general.
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OPINIÓN / EDITORIAL
