Guillermo Molina se marchó ayer de nuestra ciudad rumbo a
Brescia para retomar los entrenamientos con su club. Al
waterpolista ceutí le espera un 2008 apasionante porque es
año olímpico y quiere colgarse una medalla en Pekín, el
Europeo se disputa en Málaga, además de ‘pelearle’ la Liga
al Pro Reco e intentar llegar a la final a cuatro de la
Euroliga, que se celebrará en Barcelona. Casi nada para este
gran deportista de 23 años, que ya ha ganado muchos títulos,
pero aboga por la humildad y el trabajo diario para seguir
mejorando como jugador si quiere engordar su palmarés. Sin
duda una medalla olímpica y la Euroliga son sus retos antes
de la retirada que aún queda muy lejos.
El jugador ceutí señala que “en la Liga estamos cumpliendo
los objetivos porque estamos segundos a tres puntos del Pro
Reco, el único equipo que nos ha ganado en su piscina.
Estamos dando la cara y el objetivo es derrotar al Pro Reco
en los play off, aunque somos conscientes de que será muy
difícil... En la Euroliga empezamos mal al perder con el
Posillipo Nápoles y el Partizán de Belgrado, pero llegamos a
Barcelona en un partido ‘a vida o muerte’ y fuimos capaces
de vencer al Barceloneta. Estamos en un grupo muy
complicado, pero ganando en casa al Barceloneta y al
Posillipo y puntuando en Belgrado nos meteríamos en cuartos
de final”. Guillermo se sincera y admite que “este año
llegar a la ‘final four’ ya sería un éxito; veo dificilísimo
ganarla, pero en un par de años creo que puedo conseguir
este título”.
A nivel de selección, doble cita en el 2008: Europeo y
Juegos Olímpicos de Pekín. Molina señala que “el año será
divertido, pero también difícil. El Europeo al jugarse en
casa es muy importante para nosotros y una Olimpiada se
celebra cada cuatro años por lo que es una cita muy
especial”.
Dicho esto, tiene claro que “el equipo entrenará con más
ilusión que en los tres últimos años porque nos esperan dos
competiciones muy importantes y estamos en una buena línea
después de las medallas de bronce en los dos últimos
Campeonato de Europa y del Mundo”.
El ceutí no renuncia a nada en ambas citas. “Creo que nos
hemos destapado. Los rivales piensan que somos un equipo muy
compacto y es difícil hacernos daño... España debe aspirar a
lo máximo y si hay un equipo mejor que el nuestro, habrá que
salir del agua y darle la mano”, concluye.
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