El año no ha querido comenzar tranquilo en el capítulo de
sucesos. Un voraz incendio registrado en un remolcador
requisado judicialmente y que se encontraba atracado en la
intersección de los muelles Dato y Poniente, activó las
alarmas y puso en funcionamiento al servicio de extinción de
incendios de la Ciudad así como a los remolcadores de Ceuta
y a la Sociedad Estatal de Salvamento que con el buque
‘Miguel de Cervantes trasladó finalmente el barco
siniestrado, el ‘Ocean Lady’, a mar abierto para culminar
las tareas de extinción. El fuego se inició sobre las nueve
de la mañana y las operaciones culminaron sobre las 15’00
horas.
• Un fuego iniciado en las bodegas del viejo remolcador
‘Ocean Lady’, que permanecía atracado en la intersección de
Muelle Dato y Poniente [al lado del famoso Globe] y estaba
requisado por un juzgado de Ceuta, ha provocado uno de los
mayores sucesos vividos en los últimos tiempos en el Puerto
de Ceuta.
Tras la combativa y valiente actuación de los bomberos de
Ceuta, ayudados desde el mar por el Sertosa 21 [de la
sociedad de remolcadores], el buque de la Sociedad de
Salvamento, el ‘Miguel de Cervantes’ llegado desde
Algeciras, lo remolcó desde el atraque para sacarlo a mar
abierto [a unas 3 millas de Punta Almina]. Una vez allí, el
buque de Salvamento Marítimo atacó de costado el fuego
latente y lo terminó de enfriar a base de chorros de agua
lanzados desde el ‘Miguel de Cervantes’.
Todo se inició sobre las 08’50 horas. La primera voz de
alarma alerto a los servicios de extinción de incendios de
la Ciudad Autónoma. Cuando llegaron los efectivos [tres
camiones y más de doce hombres] se encontraron con “un
infierno”. De inmediato los bomberos entraron al interior
del barco [40 metros de eslora] para atacar al fuego desde
dentro. Las operaciones se iniciaron alrededor de las 09’00
horas de la mañana.
“Había un calor enorme. Tanto que fue imposible determinar
el origen, ni siquiera el foco”, informaba el jefe de
servicio de bomberos. Las tareas se centraron en evitar que
el fuego, que provenía de la parte más baja del barco,
plagada de materiales de deshechos por su avanzadísimo
estado de abandono. Otras fuentes indicaban que este barco,
en depósito judicial servía de guarida de inmigrantes [no se
descarta que el incendio fuese provocado por estos
irregulares tras la última redada de la Guardia Civil]. Los
bomberos trabajaron a destajo durante tres largas horas con
todo el material disponible, al tiempo que extraían del
barco todos aquellos utensilios que pudieran ser
susceptibles de arder por el efecto del propio calor,
intenso, que complicaba muchísimo las labores. Las
dificultades eran máximas, pero el trabajo de los bomberos
constante. El fuego se expandió por el puente y por el resto
de camarotes. Mientras bomberos atacaba desde tierra y desde
dentro el fuego que provocaba una impenetrable humareda, el
‘Sertosa 21’, de la sociedad ceutí de Remolcadores, dirigía
su cañón de agua desde el mar.
Desde el primer momento, el dispositivo de seguridad de la
Autoridad Portuaria y de Capitanía Marítima permanecía
activo. De tal modo, que se alertó a la Sociedad de
Salvamento que desplazó al buque ‘Miguel de Cervantes’ de
Algeciras [su base] a Ceuta. Presente durante las
operaciones se encontraba el presidente de la Ciudad, Juan
Vivas, el del puerto, José Torrado y el capitán Marítimo,
Fernández Lera.
Antes de que se tomara finalmente la decisión de sacar de
puerto el barco incendiado, los bomberos ‘dañaron al fuego’
lo suficiente como para reducirlo sustancialmente. Aún así,
mientras el ‘Miguel de Cervantes’ lo remolcaba, el ‘Sertosa
21’ mantenía su chorro dirigido al ‘Ocean’.Sacado de la
bocana y a unas 3 millas a mar abierto, el ‘Miguel de
Cervantes’ permaneció hasta casi las 15’00 horas enfriando
al remolcador incendiado.
|