Estamos en las últimas horas de vida de un año que ha
contenido de todo, como un bazar chino de esos, y ha
transcurrido de manera anodina y como una pastilla
efervescente depositada en un charco de cualquier calle:
burbujas embarradas. ¿No te jode?
La remembranza del paso de 2007 la dejo para mis compañeros…
tiraran de archivo para recordar hechos puntuales.
Despediremos este año en la tradicional Nochevieja con las
doce uvas de rigor, pese a que eso de las uvas tuvo sus
orígenes en 1909, en la provincia de Alicante, cuando unos
vinicultores la iniciaron para dar salida a un exceso de
cosecha. Doce uvas que supongo representan los doce meses
del año ¿no? y si alguna está “pocha”, pues nada, el mes que
representa la uva “pocha” será maldito para el que se la
come, según dice una tradición; otra tradición dice que si
se comen todas las uvas antes de que terminen las campanadas
tendrá un año de mala suerte…
Bueno, no es que yo crea todo lo que se dice sobre las doce
uvas, simplemente es un rito pagano que aceptamos de buen
grado por cuanto si creemos lo que se dice mucha gente,
sobre todo las mayores, tendrían un año de infortunio. No es
posible tragar las doce uvas a la velocidad de 15 segundos,
cada vez, sin que se atraganten con el amargo pellejo y
alguna que otra pepita con sobrepeso.
Si ustedes recuerdan, en 1989 la locutora Marisa Naranjo se
equivocó al anunciar como cuartos de hora lo que eran en
realidad las campanadas: todos los españoles se quedaron sin
tomar las uvas… por suerte no se cumplieron los vaticinios y
el país siguió vivito y coleando. Menudo gazapo de aquella
presentadora.
No tengo la experiencia necesaria sobre la interpretación de
los colores, prometo estudiarlo en 2008, y por ello ignoro
el por qué se ha hecho popular la moda de llevar bragas,
calzoncillos, ligas, sostenes, etc. de llamativo color rojo
si la mayoría de los portadores de esas prendas no las
muestran, al menos en las fiestas con mucho público. Si bien
algo sé sobre la interpretación del rojo, de manera simple,
creo que es el color correspondiente a la frecuencia más
baja de luz discernible por la vista humana. Además de darle
significativo, al rojo, de ser revolucionario e izquierdista
se le puede interpretar como pérdida, por las deudas que
siempre vienen en número rojos y como sangre oxigenada
debido a la presencia de hemoglobina.
Al rojo se le ha asignado el atributo de que es el color de
la pasión, tal vez por los sofocos de los esfuerzos
realizados en cualquier acto sexual en el que las dos partes
ponen todo su empeño en llegar al clímax con toda su
potencia, mientras que en las bolsas significa una bajada de
tensión, digo del precio de las acciones.
A pesar de que interpretamos un solo color, el rojo, como
primario; la verdad es que sus tonalidades marcan distintas
tendencias que dejo a la interpretación de los lectores;
rosa, magenta, escarlata, carmesí, carmín, granate… ¡jo!
¡qué elenco!
Bueno, 2007 ha sido para mí el año de las sombras y luces,
sobre todo hubiera sido es de los lunes al sol, si no me
hubiera encontrado con “mi piedra” filosofal. Hacerse “el
parao” forzoso en ésta vida es hundirse irremediablemente en
la amargura de la jubilación negativa. Un día sí y otro
también sin hacer nada; levantándose temprano porque los
ojos se empeñan en no continuar cerrados; observar como
otros se desloman en obras callejeras y permanecer con la
mirada vacía en el horizonte… no es grato para quién quiere
considerarse joven a pesar de los años. Lo malo es que no se
desea volver a donde uno estuvo muchos años trabajando, a
causa de diversos factores que no harían más que hundir
moralmente al que retorne a su antiguo empleo perdiendo una
pensión que a fin de cuentas es mayor que el salario que
percibía.
Por ello, 2007 es el año de las luces, para mí y perdonen
esta tendencia al egoísmo personal, porque puedo presumir de
seguir trabajando, aunque en menor medida, y disponer de un
cuarto de página diario para conectar con Vds., queridos e
hipotéticos lectores de “El Pueblo de Ceuta” y sus
“Cuadernos del Domingo” a quienes deseo de corazón entren de
lleno en el nuevo año 2008 con mis deseos de que resulte
próspero en todos los aspectos… continuad con el rojo, es el
más llamativo de todos los colores. El azul es más frío que
un carámbano. Ignoro si me entienden.
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