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Cuando 2007 se marcha con pasos de
gigante en busca del nuevo 2008, debe necesariamente
aproximarse el inicio del funcionamiento de las nuevas
instalaciones sanitarias ubicadas en Loma Colmenar. O así al
menos se ha anunciado a bombo y platillo con visita
ministerial de por medio en el primer mes del año.
Esto no quiere decir que el nuevo hospital entre en
funcionamiento en 2008, no, aunque el ministro pueda llegar
a Ceuta a inaugurarlo en este mes de enero. Se trata de una
puesta de largo aun cuando falte bastante para dotarlo de
medios materiales con los que esté cien por cien operativo.
En cualquier caso, el asunto de las instalaciones sanitarias
llegará a ser protagonista en 2008, entre otras cuestiones
porque se va dar el caso, oh albricias, de que nos
encontremos con un ‘overbooking’ de instalaciones.
Está previsto que el actual hospital, el de la Cruz Roja de
toda la vida, quede abandonado por el Ingesa para
devolvérselo a la entidad no gubernamental. De modo que todo
quedará centralizado en el de Loma Colmenar cuando esté
operativo [los plazos corren]. Por otro lado está el
hospital militar, que se prevé pueda convertirse en un
clínico que también puede estar disponible para atenciones
varias a la población; pero no es poca la que demandaría que
del hospital actual permaneciese alguna especialidad
sanitaria [si no en uso al cien por cien del espacio, sí una
parte].
Actualmente Cruz Roja espera un informe del Imserso para
adecuar el uso de esta vetusta instalación que dispone de
áreas reformadas e, incluso nuevas. La instalación puede
destinarse a formación o a la atención social, según parece.
En cualquier caso, metros de superficie hay para lograr un
excelente uso de una histórica infraestructura vinculada
desde siempre a la Sanidad. Hay que tener en cuenta que el
mantenimiento de la misma no debe ser nada barato y
cualquier ayuda de la administración [central o local]
redundaría en un mejor rendimiento para la ciudadanía.
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OPINIÓN / EDITORIAL
