Desde niño tengo una grandísima tertulia de fútbol con Juan
de Casio como así recuerdo al protagonista de esta historia,
el ya la perdió con el paso de los años pero yo la recuerdo
por como la contaba el.
Venia el año 82/83 el Hospitalet contra el Ceuta de Manolo
de la Torre.
Ya de antemano había leído yo el don Balón donde, un extremo
de nombre Cristóbal Giménez con 20 años ya le habían echado
el ojo, los equipos de primera en las alineaciones lo
llamaban “Cristo”, mira por donde viene el Hospitalet y la
radio no paraba de hablar de este Cristóbal, que hoy día
para que tengamos una idea es como las carreras de Leo Messi.
Llega el momento de la charla y Juan les dice a los
contertulios no veáis “el 7 que traía el Hospitales”, en una
galopada que elude el fuera de juego se escapa de los cuatro
defensas y el central Jose Antonio Prieto el padre del
delantero Prieto del Ceuta, lo agarra de la camiseta y lo
tira al borde del área, la falta lanzada fue gol, porque el
portero Domingo al blocar el balón quiso hacerse una
palomita. El Ceuta, empató a une con gol de Lopez Acosta. A
Juan lo vi el otro día y casi no podía ni hablar y con los
malos golpes que da la vida, le pregunté si se acordaba de
la historia y el hombre que no sabia esa anécdota, le hice
la pregunta clásica que hago cuando cumplo los cuarenta,
¿Juan tu estas jubilado? me contó su amarga causa, una
mañana en el mercado central, el era vigilante y revisaba
los precios las idas y venidas de mercancías, velar por la
higiene y sanidad de los productos, las llaves y luces, etc,
Juan al recriminarle a uno que el pescado ese no se podía
vender, a la vuelta del rato en la bronca enfrascada de
retirar la venta del publico, sintió un ruido de navaja
acechándole la espalda, tal sofoquin se lo llevó a su casa,
ese subidón traicionero le impidió comer su almuerzo y ya no
pudo levantarse mas de la cama, después de haber estado en
Cádiz hospitalizado, de llevar un carrito, de soltar las
muletas y verse andando por la calle, se ve un privilegiado
aunque yo estas palabras casi ni las entienda. Un buen
trabajo que consiguió después del bazar, casi lo lleva al
otro barrio, esas malas puñaladas, me las recordó aparte de
Juan, un amigo
de la ITV, tan sofocado venia el hombre que me dijo me voy a
dar una satisfacción y compro una PLAY STATION 3, que el
decía que con otra, bronca mas y se va al otro barrio.
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