cultura - SÁBADO, 29 DE DICIEMBRE DE 2007

CEUTA
RoberGómez
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La compañía de ballet de Santa Coloma de Gramanet, que dirige David Campos, puso en escena ayer en el Auditorio Siete Colinas una reinvención del famoso ballet El cascanueces, revisando el segundo acto de la obra para acercarla a un lenguaje más contemporáneo.

El ballet de Campos ha ideado una versión moderna del clásido del gran compositor Tchakovski, con el objeto de difundir la danza entre un público más amplio, como así se pudo ver en el auditorio Siete Colinas.

El director del Ballet de Santa Coloma de Gramanet ha pretendido diseñar un clásico manteniendo muchos de los referentes de la obra, pero revisando el segundo acto para acercarla a un lenguaje más actual. De esta forma, se pudo ver que El Cascanueces de Campos estuvo plagado de referentes actuales como el cine, el cómic, la publicidad o lo audiovisual.

La obra recreó los distintos espacios donde se desarrolla la acción del cuento popular en el que se inspira este ballet al que puso música el genial compositor Tchaikovski, para aproximar esta pieza clásica a la modernidad. La apuesta por un grafista del mundo de la imagen de comunicación como escenógrafo y la videocreación de dos publicistas constituyen un claro ejemplo de la frescura y agilidad que envuelven esta producción.

Basada en un cuento popular, El cascanueces cuenta las aventuras de Clara, su padrino Drosselmeyer y un muñeco cascanueces que acaba tomando vida. Todos juntos se enfrentarán al ejército de las ratas, pasearán por el reino de los caramelos y bailarán un vals en el país de las flores. No obstante, la magia se desvanece de inmediato y Clara vuelve a su realidad, dudando de si lo que sucedió fue un sueño.

Campos ha propuesto una relectura del viaje de Clara y el Cascanueces dando tanta importancia a lo que pasa y la coreografía, como en dónde pasa, la escenografía y sirviéndose de las nuevas tecnologías, materiales, texturas y formas para situarnos allá donde él quiere, un mundo onírico e irreal, entre la vigilia y el sueño.

En este espectáculo basado en el cuento de Navidad de Hoffman, el espectador puede encontrarse con las coreografías, músicas y escenas que forman parte indispensable de este ballet y que son tan familiares; pero esta vez, el director y coreógrafo ha querido revisar profundamente el mundo mágico y onírico que envuelve toda la obra.
 

El auditorio del IES Siete Colinas acoge hoy el segundo y último pase

El último tren en Ceuta para ver la curiosa adaptación que de El Cascanueces ha hecho la Compañía de Santa Coloma de Gramanet parte esta noche. A partir de las ocho y media de la tarde, el auditorio del IES Siete Colinas acogera un segundo y último alarde de modernidad de la visión del ballet clásico inspirado en un cuento de Hoffman y con música de Tchaikovski. Las entradas para ambas funciones se pueden adquirir al precio de 4 euros (anfiteatro) o 6 (butaca), a mitad de precio para la tercera edad, niños y poseedores del carnet joven. La historia de este Cascanueces no se desarrollar en su contexto habitual, en Centroeuropa y dentro de un marco neoclásico. El director recupera la fantasía del texto original de Hoffman y sitúa la acción y los personajes en un contexto urbano, menos amable y más actual. Los protagonistas, Clara, el Cascanueces y hasta el señor Drosselmayer, toman una dimensión insospechada en esta historia, en la que el coreógrafo utiliza el ballet, la escenografía y el audiovisual como lenguaje plástico para dar una nueva visión de este clásico de Navidad tan entrañable. El secreto de esta versión, alejada de los fastuosos y tradicionales montajes de ballet, es su frescura y espontaneidad, además del acierto del coreógrafo al trasladar la acción a la actualidad, concretamente al suburbio de una gran ciudad.