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OPINIÓN - JUEVES, 27 DE DICIEMBRE DE 2007

 
OPINIÓN / COLABORACION

Navidad en la casa

Por Quim Sarriá


Barcelona mantiene un ritmo constante paralelo al que transporta el tiempo en su paso por estas tierras. La gente va y viene con esa premura que el propio tiempo impone con su programa cíclico de todos los años: fuertes aguaceros intermitentes con rachas de viento cortante. A veces sobreviene una calma total, precursora de peores momentos climáticos.

Con un tiempo como el descrito, la Casa de Ceuta en Barcelona celebró el pasado fin de semana, como ya es tradicional, la cena de Navidad con la participación de sus socios, amigos y simpatizantes en un clima fraternal, distinto al reinante fuera del local, y con un menú muy de acorde con la tradición navideña en éstas tierras.

El local social parecía, a cada momento que pasaba, que se quedaba pequeño para aglutinar a los asistentes a una velada que se adivinaba fraternal, íntimamente ligada a nuestra lejana ciudad.

Nuestra ciudad está en boca de todos los asistentes, por una u otra razón siempre está en las conversaciones de los socios; noticias frecuentemente narradas entre unos y otros; casos y situaciones dadas en las noticias cotidianas de la prensa, radio y televisión.

El ambiente navideño era muy evidente en el engalanamiento y puesta en escena del banquete. A pesar de que las actividades se realizan durante todo el mes de diciembre, es esta la que mas marca el sentir de la entidad para con sus socios, quedando plasmada la cena en el menú que sirvieron: ensalada, bacalao con tomate y codillo, helados, turrones, polvorones… regado todo ello con el habitual vino de la casa, el cava y demás bebidas espirituosas… tan espirituosas que dejan la mente como la de los ángeles, o sea volando.

Al finalizar el banquete “salió a escena” la veterana socia Ana Moreno que ofreció un corto pero extenso y subidito de tono repertorio de canciones de amor que hicieron reír a toda la concurrencia, fue muy aplaudida.

Después hizo su aparición el “amigo invisible” con los regalos de rigor para todos y todas.

Ni decir tiene que se lo pasaron bomba el resto de la velada, con villancicos cantados por todos, juegos y brindis por Ceuta y recuerdo de aquellos socios que ya no están con nosotros ni con nadie.
 

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