El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta encargó
anteayer a los técnicos de las consejerías de Sanidad,
competente en el área de mercados, Hacienda y Fomento
fundamentalmente la elaboración “urgente” de un informe
“imparcial” sobre las posibilidades existentes para acometer
el traslado del Mercado Central de Abastos desde su actual
emplazamiento a otro.
Según informaron fuentes de la Ciudad el presidente Vivas
desea que dicho estudio esté terminado “lo antes posible”
con el fin de que sus conclusiones puedan conocerse durante
la primera o segunda semana de enero para tomar una decisión
definitiva sobre el futuro del Mercado, que el Ejecutivo
ceutí desea sacar del edificio construido en 1933 que
actualmente lo acoge y trasladarse a otra ubicación
“céntrica y con aparcamientos”.
El propio Vivas ha señalado públicamente que entre las
opciones que se ha planteado el Gobierno para dicho traslado
se encuentra, además de la Manzana del Revellín, la opción
más sólida de todas las existentes; el entorno de Plaza
Vieja-Patio Hachuel; la calle Vitori Goñalons e incluso el
Ceuta Center, aunque esta última alternativa ya se dio como
descartada por el líder del Ejecutivo autonómico.
El traslado del Mercado a la Manzana del Revellín cuenta
hasta la fecha con todos los avales técnicos e incluso el
del arquitecto Álvaro Siza, que la semana pasada aseguró a
EL PUEBLO que a su juicio en su edificio es “absolutamente
compatible” situar a los concesionarios. Sin embargo, esta
opción ha chocado con la oposición frontal de diferentes
sectores políticos y sociales de la ciudad autónoma como el
PSOE, las centrales sindicales o el PSPC. De todas las
planteadas, es la única alternativa que permitiría realizar
el traslado del Mercado “a corto plazo”, que cuenta con
aparcamientos cercanos y que está situada en el centro de la
ciudad.
El área de Plaza Vieja-Patio Hachuel también reúne las dos
últimas características, pero su desarrollo urbanístico no
se producirá más que a medio plazo, lo que imposibilita un
traslado inminente.
La de la actual Plaza Rafael Gilbert era, hasta que se
confirmó la sentencia del TSJA sobre la Manzana, la opción
prioritaria de la Ciudad para la construcción de un nuevo
mercado “moderno, comercial y atractivo” que siga las pautas
que ya se están utilizando en la península para el rediseño
de estas superficies.
La idea de la Ciudad pasaba por un nuevo inmueble de dos
plantas de altura en el que los concesionarios del mercado
distribuyeran sus comercios a los largo de una sola planta
siguiendo las indicaciones del informe que Mercasa realizó
al respecto hace tres años en el que defendía la necesidad
de transformar el espacio del mercado en “un centro
especializado con una oferta integral de productos de compra
cotidiana” con dos “locomotoras”: la sala de productos
frescos y un supermercado que complete la gama de productos
de compra cotidiana [Mercadona].
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