Todos los ciudadanos españoles
tenemos el derecho a expresar y difundir libremente los
pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el
escrito o cualquier otro medio de reproducción según recoge
la Constitución Española de 1978 sin ningún tipo de censura
previa.
Muchas son las cuestiones cotidianas que interesan a los
ciudadanos aunque, la política local por su repercusión
directa en nuestra forma de vida se convierte en el tema más
recurrente y por ello, dedico la mayoría de mis
colaboraciones a reflexionar y posteriormente plasmar en
ellas mis modestos pensamientos.
Pensamientos que, evidentemente, reflejan mi ideología
política pero, sin ninguna duda, expresan las sensaciones
que percibo en la sociedad ceutí a través de un profundo
análisis de las informaciones publicadas en la prensa local
y a través de mis conversaciones con amigos y compañeros.
Colaboraciones que en algunas ocasiones provocan el malestar
de las personas que las protagonizan pero que, en ningún
momento es mi deseo expreso. En modo alguno son alusiones
personales sino producto de la faceta pública de las mismas.
Con la llegada de estas fechas he sentido la necesidad de
solicitar mi más sinceras disculpas a todos aquellos que se
hayan sentido dañados por mis críticas. No obstante, con la
llegada del nuevo año, la vida política retomará
protagonismo y yo continuaré desgranando puntualmente las
problemáticas de una Ciudad necesitada del compromiso de
todos sus ciudadanos y en particular, de todas aquellas
promesas, decisiones y actuaciones realizadas por los
diferentes líderes políticos de Ceuta.
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