ACTUALIDAD - LUNES, 24 DE DICIEMBRE DE 2007

CEUTA
Gonzalo Testa
local@elpueblodeceuta.com

El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Vivas, anunció ayer a mediodía que a partir de ese mismo momento y hasta que no se produzca una “aclaración o rectificación” de Arreciado sobre la entrevista con él publicada ayer en este periódico limitará sus relaciones con la Delegación del Gobierno al ámbito “estrictamente institucional”. Además, Vivas adelantó que remitirá una carta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para hacerle llegar una “protesta formal” que recoja su “malestar” por las “lamentables” declaraciones del político onubense.

“Esta mañana”, lamentó Vivas ante los medios de comunicación citados de urgencia en su despacho sin posibilidad de hacer preguntas, “he leído en un medio de comunicación local [este periódico] unas declaraciones del delegado del Gobierno en Ceuta en las que contestando a una pregunta que versaba sobre el funcionamiento de esta Administración y que también tenía que ver con la aprobación de los Presupuestos de la Ciudad para el próximo ejercicio de 2008 manifestaba que según su impresión esta ciudad funciona obedeciendo a leyes distintas a las del resto de España y también manifestaba que los valores de la honradez, la honestidad, la dedicación al trabajo y la no prevaricación no son tenidos en cuenta por los ciudadanos de Ceuta a la hora de votar”.

Contextualizado el tema, Vivas calificó de “muy graves” y de “ofensivas tanto para los que representamos a los ceutíes como para los propios ceutíes” las declaraciones del delegado. “Por lo tanto”, argumento, me parecen absolutamente inaceptables”.

En presencia de varios de sus consejeros Vivas tildó de “imprudentes e irresponsables” las palabras de quien, recordó, “está llamado a ser el delegado del Gobierno de todos los españoles y de todos los ceutíes, y de quien debe cuidar especialmente las buenas relaciones institucionales entre nuestras dos administraciones”.

“Hasta que se produzca una aclaración o rectificación de estas manifestaciones”, concluyó su intervención, “las relaciones de la Ciudad con la Delegación se limitarán estrictamente a atender aquellos asuntos de interés general que ambas administraciones estamos obligadas a atender”, concluyó tras explicar que ni puede “ni debo” hacer lo mismo con sus relaciones institucionales “por el bien de Ceuta y de los ceutíes”, cuya dignidad “está por encima de todo”, según quiso dejar claro ante los periodistas.
 

La respuesta de la discordia

En plena crisis del transporte por el temporal de levante y la avería del ‘Las Palmas de Gran Canaria’, Arreciado atendió a EL PUEBLO el pasado viernes a mediodía para hacer un balance de lo acontecido durante este año y durante la legislatura que termina en Ceuta. Tras asegurar que no tiene “ninguna queja” en lo que a la colaboración de la Ciudad con la Delegación se refiere el delegado fue preguntado por si tenía la impresión de vivir en una ciudad corrupta a la luz del duro [“radical”, según Vivas y Bel] discurso pronunciado por su compañera de partido, Inmaculada Ramírez, unos días antes en el debate presupuestario. Literalmente, Arreciado respondió: “Yo tengo la impresión de vivir en una ciudad que funciona obedeciendo a leyes distintas a las del resto de España. Los usos, los hábitos, las costumbres... Los casos de altos cargos, y tengo que decirlo, que han pasado por el banquillo de los acusados imputados de las cosas más tremendas habrían producido una repulsa social considerable en cualquier parte. En Ceuta esa sensibilidad de lo que vale la honestidad, la honradez, la dedicación al trabajo, la no prevaricación, el no abuso de la fuerza, el trato igualitario a todos... Son valores que aquí, naturalmente, existen en una parte importante de la sociedad ceutí, pero en su conjunto no son valorados a la hora de elegir una opción política”.