Pero deseamos que sea para
estudiar, igualmente que deseamos que si es un dinero
librado en unos presupuestos, sea un dinero que no se recoja
y en vez de comprar los libros se compre con ello lo último
en telefonía móvil, por ejemplo.
La idea y el esfuerzo hechos por UDCE-IU, así como la buena
disposición para dar cabida a todas las opciones, por parte
del PP en la Asamblea de Ceuta me parecen aceptables y
dignos de todo elogio, lo que no sé es si esos acuerdos,
interesantísimos sobre el papel, se van a convertir en algo
positivo y rentable en las aulas y en los expedientes de los
estudiantes.
En los casi cuarenta años que llevo ejerciendo la docencia
en institutos, y en centros tan dispares como el de Jerez de
los Caballeros, en Badajoz, en el que fuera femenino de
Ceuta, también en el masculino, en el Jorge Manrique de
Palencia y desde hace catorce cursos en el “Siete Colinas”,
me he encontrado con todo tipo de problemas en lo referente
a los libros, pero en los últimos años, cada vez más, el
tema relativo a los libros parece que no interesa a una
buena parte de los alumnos y por extensión a los padres de
esos, al menos eso parece.
Y que no me vengan con la cantinela de que los libros son
caros, que lo son, y que no tienen dinero para ellos, en
mucha ocasiones, cuando estamos hartos de ver que, muchos de
esos chavales que no tienen libros, porque sus padres no se
los pueden comprar, sí que tienen un teléfono móvil de los
más caros del mercado, así como todo tipo de “maquinitas” de
última generación y las zapatillas de deportes de más
calidad que anuncian los deportistas de élite.
Nada me sorprendería que la buena intención de Mohamed Alí
sirva para promocionar o para poder comprar “nuevas
tecnologías”, y que los que hasta ahora no llevaban libros,
sigan sin llevarlos, a pesar de esas ayudas.
Desde hace muchos años, sabemos lo que implican las ayudas o
las becas y sabemos que gracia a esas becas hay quienes
hemos podido, en su momento, seguir en un aula. Pero lo que
no puede y no tiene que ser una beca es una “fábrica” de
votos para unas determinadas opciones.
Creemos que todo aquel que recibe una beca tiene que
justificarla con un rendimiento académico, con una
asistencia a clase y con unas calificaciones que le hagan
ser acreedor a eso que está recibiendo, de todos los
contribuyentes, no de su padre solamente.
Una beca, para el que de verdad la necesita, para que haya
igualdad de oportunidades, es algo grande, bonito, digno y
justo, pero a esa necesidad, con la beca en su mano hay que
responder con un aprovechamiento, para que esa igualdad de
oportunidades lo sea de verdad, y eso lo dice alguien que ha
sido becario casi veinte años, y en absoluto me avergüenzo
de haberlo sido.
Veo en la información sobre los presupuestos del Gobierno de
la Ciudad que Mohamed Alí vota a favor de las cuentas del
Gobierno tras comprometerse éste a subvencionar íntegramente
desde 2010 el material lectivo de “todos” los estudiantes. Y
aquí viene otra cuestión que en esos “acaloramientos” de las
votaciones y de sacar adelante unos presupuestos, a veces,
no se piensa en todo, como es saber que en ese “todos” los
estudiantes estaremos hablando también, lógicamente, de
quienes se van fuera a estudiar Medicina, Arquitectura o
Informática y que también necesitan libros y otros
materiales, que pueden ser muy costosos.
|