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OPINIÓN - DOMINGO, 23 DE DICIEMBRE DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

De paseo por Casablanca
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Esta mañana algunos corderos todavía sobrevivían pastando apaciblemente, guiados por una cuerda que sostenían sus jovencísimos cuidadores, en pleno espacio urbano, berrando por los jardines de los Almohades situados entre las murallas de la antigua medina y el puerto. Encendiendo cada cual su cachimba un viejo pescador entrado en años me comentaba, junto al alminar de la mezquita Oueld El Hamra, su extrañeza en la diferencia de calendario: “En Arabia Saudí el Día del Sacrificio fue el miércoles, cuarenta y ocho horas antes que en el Magreb. Mi hijo, emigrante en Bélgica, me dijo que gran parte de la comunidad marroquí allí instalada -muy influenciada por el wahabismo- había decidido una solución intermedia, matando los corderos el jueves”. Al buen hombre se le veía preocupado por las diferencias horarias, que ni entendía ni compartía: “Aláh es uno, el Islam es uno”.

Aprovechando la soleada mañana me dediqué a patear la abigarrada urbe, tranquila a estas horas del día, acercándome a los tres pulmones verdes en proceso de rehabilitación (el “Plan de Desarrollo Urbano” firmado el 11 de septiembre del pasado año, en presencia de Mohamed VI, tiene previsto invertir entre 2007 y 2010, 250 millones de dirhams en importantes mejoras) que intentan purificar la calidad del aire de la ciudad con más contaminación atmosférica de Marruecos. El parque de la ‘Liga Árabe’ (antiguos “Jardines Lyautey”) con 30 hectáreas de superficie situado en pleno centro urbano y levantado en 1918 por el arquitecto Albert Laprade, (con el esfuerzo de prisioneros de guerra alemanes durante la I Guerra Mundial) es con mucho el más extenso de Casablanca, enclavado al norte de la medina, entre los bulevares de Ibrahim Roudani y Hassan II y el barrio Ghautier, seguido de los parques del ‘Hermitage’ (15 hectáreas, incluyendo un jardín botánico) y del de ‘Murdoch’ (6 hectáreas): 51000 metros cuadrados en total para una población que supera ya los cinco millones de habitantes, superficie claramente insuficiente y que ni por asomo se acerca (eche el lector lo números) a los 10 m2 por habitante que recomienda, para una calidad de vida, la Organización Mundial de la Salud (OMS). Intentar un equilibrio en este sentido debería ser, entre otras, una de las prioridades de la “Fundación Mohamed VI para la Protección del Medio Ambiente”, que ya habría abordado diferentes e interesantes proyectos con las autoridades de la municipalidad, entre los que se encontrarían la creación de nuevos espacios verdes en barriadas y zonas suburbanas. En el perímetro de la ciudad se encuentra, precisamente, el parque ‘Sindibad’, con cuarenta hectáreas de superficie y en los alrededores los bosques de Bouskoura, auténtico “pulmón verde” de la comarca junto al descuidado y bosque de las Cascadas.

También es prioritario cerrar una lacerante herida social pues según recientes datos del ministro de Hábitat y Urbanismo, Taoufiq Hejira, medio millón de casablanqueses sobrevivirían malamente en “bidonvilles”, que representan el 36% del chabolismo existente en Marruecos.

Todo un reto estratégico (social, económico y de seguridad) para el “wali” de Casablanca, Mohamed Kabbaj quien, según comentan, se lo estaría tomando muy en serio.
 

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