En la mitología griega, la Hidra
de Lerna era un antiguo y despiadado monstruo acuático con
forma de serpiente policéfala con entre 5 y 100 cabezas y
aliento venenoso a la que Heracles mató en uno de sus doce
trabajos. La especulación inmobiliaria es una especie de
hidra que, no solamente en Ceuta, pero también aquí,
constriñe y contamina todo lo que toca: lo padecen quienes
quieren comprarse o alquilar un piso, pero también las
Administraciones cuando se proponen construir
infraestructuras, por muy necesarias que sean. Los
responsables del Ministerio del Interior llevan ya varios
meses en conversaciones con diferentes municipios de toda
España para poder obtener las licencias que le permitan
comenzar las obras para construir esas once prisiones que
considera imprescindible levantar a corto plazo para poner
coto a la sobreocupación de las penitenciarías españolas.
Pero los ayuntamientos piden cantidades astronómicas por
terrenos baldíos con el argumento de que la construcción de
una cárcel desprestigia la imagen del pueblo, a pesar de
saber que la llegada de una prisión conlleva la puesta en
marcha de infraestructuras gratuitas y cientos de puestos de
trabajo indirectos. Curiosamente, en Ceuta no tienen ese
problema, al menos en principio. En la ciudad autónoma el
asunto es aparentemente mucho más fácil de solucionar en
tanto que los terrenos que se supone que precisa Interior
para la nueva cárcel sólo puede encontrarlos en el
Ministerio de Defensa. Incomprensiblemente ambos
departamentos llevan año y medio negociando sin avance
alguno. Se dijo entonces que la prisión iría “en las
inmediaciones del Príncipe Alfonso” y desde aquella fecha no
ha habido ningún avance en las informaciones ni sobre las
conversaciones en curso. Seguimos esperando noticias de un
proyecto tan necesario con el firme deseo de que no esté
intoxicado por el aliento de la hidra, pero urgen novedades
para que no parezca que todas las promesas de Zapatero para
Ceuta salvo el nuevo hospital se han quedado en poco más que
palabrería atascada por dificultades burocráticas.
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