Pregunta.- ¿Sería capaz de hacer un resumen de lo más
relevante que ha traído este año para Ceuta sin citar la
visita de los Reyes?
Respuesta.- No porque desde el punto de vista de lo
políticamente contingente no me cabe duda de que lo más
importante que ha ocurrido en 2007 en Ceuta es la
revalidación de la mayoría absoluta del PP en la Asamblea y
la visita de los Reyes, una porque marca claramente cuál es
la tendencia política actual de los ceutíes y la otra porque
debe servir para saldar esa deuda histórica y esa sensación
de desamparo del Estado que se sentía en esta ciudad.
P.- Sin pasión socialista, ¿qué papel ha desempeñado el
Gobierno para que se produjera dicha visita?
R.- No debía de ser nada fácil organizar un viaje así cuando
no se había hecho en ochenta años, pero de ahí a decir que
han venido porque los trae el Gobierno sería una
exageración. Estas cosas se consultan como se consultan y
ambas partes estaban de acuerdo en la necesidad de hacer esa
visita a Ceuta.
P.- Al margen del alboroto creado en las altas instancias,
¿ha percibido que las relaciones diarias y cotidianas con
Marruecos se haya visto afectada por este motivo?
R.- En absoluto. Hubo unos días de revuelo más político que
social porque los marroquíes, aunque no lo compartamos,
piensan lo que piensan sobre Ceuta, pero siempre recibimos
un mensaje de tranquilidad en el sentido de que ni en
política antiterrorista ni de lucha contra la inmigración
ilegal habría ningún problema. Además, tengo la sensación de
que la sociedad marroquí tampoco ha percibido esta visita
como un acto especialmente agresivo, por así decirlo.
P.- Si uno revista el programa electoral que presentó el
PSOE a las generales de 2004 encuentra pocas alusiones a
Ceuta, pero ninguna de las que hay se ha cumplido. La
primera de ellas era la inclusión en la Constitución de las
denominaciones oficiales de las diecisiete Comunidades
Autónomas y de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla...
R.- La reforma de la Constitución está empantanada porque
tenemos la firme voluntad de mantener al menos ese ámbito de
consenso con el PP después de no haber sido posible contar
con ellos en la estrategia de política antiterrorista o en
las modificaciones que se han introducido en la reordenación
territorial que se ha acometido. Constatados esos dos
fracasos hay que reconocer que esta legislatura no ha sido
propicia para los consensos con el PP, aunque sí con el
resto de grupos políticos.
P.- Otro compromiso específico en el programa ‘Merecemos una
España mejor’ decía así: “Crearemos un régimen económico
fiscal específico para Ceuta y Melilla”.
R.- Esa era una responsabilidad compartida y no recuerdo
ninguna iniciativa del Gobierno de la ciudad para promover o
insistir a través de algún documento base en la modificación
del régimen fiscal de Ceuta. No se ha cumplido, pero tampoco
ha habido ningún interés especial de la Ciudad por
conseguirlo como sí lo hubo en otros campos como los que
permitieron la firma de los acuerdos que han facilitado la
participación del Ejecutivo local en el INEM y el IMSERSO,
la llegada de 2 millones de euros especiales para atención
social, el millón añadido para la asistencia a los menores
extranjeros... Donde la Ciudad ha mostrado interés se ha
llegado a acuerdos razonables. El resto figura en el
discurso reivindicativo ma non troppo, sin pasión.
P.- Más promesas: la renovación de las infraestructuras
portuarias y aeroportuarias, ahora de plena actualidad tras
el temporal de esta misma semana
R.- Cuando el mar se pone bravío el Gobierno tiene poco
que hacer, sobre todo porque además es el capitán del barco
quien decide cuándo puede salir y cuándo no. Hemos aumentado
la bonificación del 33% al 50% para el tráfico aéreo y
marítimo; la ampliación del puerto marcha conforme a los
plazos previstos; las infraestructuras portuarias y el
servicio al pasajero con 35 rotaciones diarias están
mejorando y el helipuerto cuenta con un millón de euros este
año para pequeñas obras. Ese objetivo está razonablemente
cubierto.
P.- Pues al diputado ceutí lo de la ampliación le parece el
cuento de nunca acabar
R.- Leo mucho en los periódicos lo de la segunda fase de
ampliación... Hay cosas que no entiendo: primero habrá que
terminar la primera, a la que aún queda mucho relleno y
mucho tiempo de asentamiento y la segunda ampliación llegará
cuando concluya la anterior.
P.- El hospital quedará como el gran proyecto en Ceuta de
este Gobierno, ¿no?
R.- El hospital está terminado y lo están peinando, como se
suele decir, para que en tres, cuatro o cinco meses Ceuta
tenga un hospital dimensionado para una población de 150.000
habitantes, con más especialidades, mejores procedimientos,
más plantilla... Creo que la política sanitaria de este
Gobierno, que ha remodelado íntegramente los centros de
salud, no se puede cuestionar salvo que se obvien los datos
elementales de la realidad.
P.- Pues, sin llegar al nivel de las que ha tenido con el
colectivo docente, sus trifulcas con los sindicatos
sanitarios han sido sonadas
R.- Los problemas de personal del Ingesa parecían
irresolubles y al final han sido una muestra más de la
capacidad de diálogo y entendimiento de este Gobierno.
Durante dos meses hemos vivido una tensión continua diaria
leyendo cosas totalmente disparatadas, pero al final se ha
acometido un gran esfuerzo tras las discrepancias lógicas de
toda negociación en la que ambas partes acaban cediendo
algo. Este Gobierno y cualquier otro siempre hará por Ceuta
algo más de lo razonable. Los ceutíes deben ser conscientes
de que iniciativas, ayudas, financiación que vienen aquí
jamás se haría en cualquier otra región. Ahí está el ejemplo
del Programa AGUA, por ejemplo, y la Ciudad acaba de aprobar
un presupuesto de 290 millones de euros, que dan para mucho,
cuya mayor gran parte proceden de transferencias de la
Administración General del Estado.
P.- Pero hay dilaciones que no se comprenden. La Delegación
prometió hace meses un paso alternativo para cerrar el Biutz
y nada más se ha sabido al respecto
R.- El Gobierno tiene hechos sus deberes: la decisión firme
de hacer ese paso y la financiación asegurada. La obra
comenzará al día siguiente de que el Reino de Marruecos
muestre su conformidad. Cuándo ocurrirá eso, no lo sé.
P.- ¿Está satisfecho con la colaboración de la Ciudad
Autónoma?
R.- No tengo ninguna queja. Ha habido momentos en los que he
tenido que mostrar mi discrepancia porque mi información era
radicalmente contraria a la versión de la Ciudad, pero
nuestras relaciones institucionales han sido respetuosas.
Eso no quiere decir que estemos de acuerdo en todas nuestras
iniciativas particulares, pero nuestras diferencias se han
movido en el terreno de la buena voluntad y el
convencimiento mutuo de que debemos trabajar juntos por esta
ciudad.
P.- Olvide por un momento su faceta como político: ¿usted
tiene la impresión de que Ceuta va bien, regular, mal...?
R.- Yo creo que 2007 ha sido un buen año para esta ciudad.
Hay datos esperanzadores como el del crecimiento del
comercio interior, pero en Ceuta sigue habiendo problemas
transversales con raíces muy profundas y muy difíciles de
solucionar. Creo que se está avanzando en la convivencia y
ahora habrá que pasar a la integración completa de todas las
culturas que conviven aquí, para lo que hará falta un
esfuerzo especial durante muchos años en educación y
formación profesional para que dentro de 10 ó 15 años ese
tremendo salto que existe entre la parte de la población
culturizada, trabajadora y preparada y la que parece no
darle importancia a la cultura del trabajo, el desarrollo,
la iniciativa personal, y no me estoy refiriendo ni
muchísimo menos sólo a la comunidad musulmana, se reduzca.
P.- ¿No contribuyen determinadas iniciativas institucionales
a abonar esa ‘dormidera’ social que usted señala?
R.- Esta es una ciudad tan subvencionada en tantas cosas que
el ingenio, la imaginación y la capacidad emprendedora de
los ceutíes tiene poco arraigo. Ese es un problema que desde
mi punto de vista es imposible de solucionar con recursos
endógenos y por eso tendrá que contar siempre con recursos
exógenos, aunque algunos se ofendan porque lo diga, y el
Gobierno socialista ha contribuido decisivamente a la ayuda
y el sostenimiento de Ceuta en conjunto tanto en el plano
económico como en el político, aunque haya una parte de la
sociedad ceutí, fundamentalmente política pero no sólo, que
sigue cultivando machaconamente el discurso del agravio, del
desamparo y el olvido.
Las ‘leyes’ de Ceuta
P.- Antes se refería a la reciente aprobación de los
presupuestos de la Ciudad para 2008. La portavoz socialista
en la Asamblea, Inmaculada Ramírez, pintó un retrato muy
cruento de la situación actual de la Administración local.
¿Usted tiene la impresión de vivir en una ciudad corrupta, o
al menos más corrupta de lo normal?
R.- Yo tengo la impresión de vivir en una ciudad que
funciona obedeciendo a leyes distintas a las del resto de
España. Los usos, los hábitos, las costumbres... Los casos
de altos cargos, y tengo que decirlo, que han pasado por el
banquillo de los acusados imputados de las cosas más
tremendas habrían producido una repulsa social considerable
en cualquier parte. En Ceuta esa sensibilidad de lo que vale
la honestidad, la honradez, la dedicación al trabajo, la no
prevaricación, el no abuso de la fuerza, el trato
igualitario a todos... Son valores que aquí, naturalmente,
existen en una parte importante de la sociedad ceutí, pero
en su conjunto no son valorados a la hora de elegir una
opción política en las urnas.
P.- Pero usted no se estaba refiriendo sólo al votante de
derechas, sino a la ciudadanía ceutí en general, ¿verdad?
R.- Sí, porque además voy a decirle otra cosa. Creo que los
resultados electorales en Ceuta están bastante más a la
derecha del derechismo de esta ciudad, si es que existe. La
población ceutí no es ni muchísimo menos en un 64% de
derechas, y lo veremos en las próximas generales.
P.- Que no llegarán en el mejor momento para el disuelto
PSOE ceutí
R.- El partido está en un momento duro, pero lo que se
valora en unas elecciones generales, y sobre eso deben
reflexionar los ceutíes, es la gestión de un gobierno, y ahí
la sociedad ceutí tiene elementos más que suficientes para
no volcar sus preferencias electorales en esa derecha casi
extrema que representa el PP a nivel nacional.
P.- ¿Qué es lo que menos le ha gustado de lo que ha pasado
durante los últimos seis meses en el partido socialista?
R.- Que haya tenido que llegarse a tomar una decisión tan
dura y tan difícilmente entendible, aunque inmaculada desde
el punto de vista jurídico. Ahora nuestro reto es el de
renovar el partido sin que ello quiera decir que los que
están no sirven, sino definir unos objetivos sociales que la
gente comprenda y que merezcan su confianza y su apoyo. Hará
falta tiempo, pero desde el punto de vista de las generales
creo que los elementos positivos de atención e interés que
ha desarrollado este Gobierno, especialmente con los
sectores más desfavorecidos, de los que Ceuta sabe mucho,
deben ser valorados por los ceutíes.
P.- ¿Está usted objetivamente convenido de que Zapatero
ganará en marzo?
R.- Lo estoy porque así lo apuntan todos los sondeos y
porque me deprimiría pensar que este país no sabe ver dónde
está el diálogo, la generosidad, la tolerancia, la
comprensión y la capacidad de acuerdos y dónde está el
autoritarismo y el que no está conmigo está contra mí. Es
una cuestión de supervivencia para seguir progresando que la
opción de los españoles recaiga en el PSOE.
P.- En ese escenario... No le puedo preguntar si va a seguir
o no porque no depende de usted pero ¿le gustaría quedarse?
R.- No depende de mí pero yo viene aquí a dos cosas: a
mantener, cultivar y desarrollar unas excelentes relaciones
con la ciudad y para ser una referencia clara de las
políticas del Gobierno. Estoy satisfecho, pese a los dolores
de cabeza que me ha costado, de lo que he hecho en ambos
campos y en el Gobierno también están satisfechos. Para mí
sería una tremenda satisfacción que el Gobierno me
confirmara en el cargo pero no le oculto, porque no se lo
creería nadie, que también hay otras actividades y destinos
donde creo que podría ser también útil a los intereses que
me marque este gobierno.
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