El ceutí Antonio Fuentes presentó ayer, con la asistencia de
Juan Jesús Vivas, presidente de la Ciudad Autónoma, el libro
‘Notas para la Historio del rock en Ceuta, años 60’, que
pretende “documentar aquella época en la que la música
popular comenzaba a revolucionar los hábitos de los
jóvenes”, mediante, “un homenaje a todos aquellos jóvenes
que hicieron posible que pudiéramos sentirnos libres”, dijo
el autor.
Esta publicación, editada por el Archivo Central de la
Ciudad Autónoma de Ceuta, dependiente de la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer, se erige, según dijeron, “en un
documento único para entender la historia de la música
popular juvenil en nuestra ciudad”.
Al acto, además del presidente Juan Vivas, asistió también
la consejera de Educación, Cultura y Mujer del Gobierno de
Ceuta, Mabel Deu, a quien Antonio Fuentes agradeció su apoyo
decidido a esta obra que ha realizado “por afición, en
primer lugar, y por dejar documentada una parte de la
historia de Ceuta que hasta ahora no lo estaba”, explicó.
El autor del libro espera “abrir una puerta para que se
pueda documentar década a década lo que fue la historia
musical de esta ciudad”, añadió, y de hecho, tiene ya en la
rampa de salida una continuación a este primer volumen, que
versaría sobre “los supervivientes de los años 60 en la
década de los 70”.
“Aquí, en los 60 pasó lo mismo que en cualquier ciudad de
España y prácticamente en todo el mundo”, advirtió Fuentes,
“tras el nacimiento del rock en los 50 y la explosión
británica de la siguiente década, los jóvenes de Ceuta,
igual que en cualquier otro sitio, se aficionan a la música
y hay algunos de ellos que dan un paso más allá y fundan las
primeras bandas locales”.
Los primeros grupos caballas encuentran la inspiración, como
es de suponer, comentó, en las grandes bandas del momento:
The Beatles, The Rolling Stones, The Animals, The Kinks o
The Who, “pero luego los gustos de cada uno podían variar”.
A pesar de que “en Ceuta no había muchos sitios para tocar
por aquel momento”, el rock fue sobreviviendo por los
“típicos cabarets de la época, en las peñas taurinas los
fines de semana, algunos centros culturales que organizaban
fiestas estudiantiles o, incluso, en centros parroquiales”.
como el de Villajovita”, siempre “ante la atenta mirada del
párroco para que se guardaran las normas de decoro
correspondientes”.
“Las reuniones de cuatro personas estaban prohibidas”,
recuerda Antonio, por lo que el regimen franquista no vio
con buenos ojos a la música rock, a la que consideraba,
además, “una invasión extranjera”.
“De principio pensaban que era una cosa pasajera y nadie se
podía imaginar que llegaría a lo que es hoy en día”,
manifiesta este melómano, que añade que “al regimen
franquista no le quedó más remedio que adaptarse de la mejor
manera que podían a los gustos de los jóvenes”.
El grupo que más fuerte pegó por aquel entonces en Ceuta
fue, “sin discusión”, recalca, “los Brisks, que grabaron
varios discos, desapareció en la década de los 70 y que se
volvió a reunir en la segunda mitad de los 90, estando en
activo hasta hace prácticamente tres años, ya que murió uno
de los componentes, Julio Rey, y el grupo decidió
desaparecer ya definitivamente”.
Respecto a la incidencia de las reuniones de viejas glorias
en nuestros tiempos, Antonio considera que hay de todo: “Los
hay que lo hacen única y exclusivamente por dinero, otros
por añoranza y, unos pocos, por un sentido musical”.
Antonio asegura que cuarenta años después y pese a la
lejanía, sigue al tanto de la música que se hace en Ceuta,
“porque me sigue gustando saber qué es lo que se cuece y
cada vez que vengo intento comprar o que alguien me deje los
cd’s nuevos que hayan salido autoproducidos por los grupos”.
“Tengo una buena colección de cd’s de todos los grupos de
rock de Ceuta desde la década de los 80, los 90 y lo que
llevamos de siglo XXI”, revela Antonio, para quien hoy en
día en la ciudad autónoma “es más difícil para las bandas
sacar sus discos”.
“La música hizo posible que muchos descubriéramos otro modo
de vida”, concluye Antonio Fuentes cerrando el círculo al
volver a los 60.
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