OPINIÓN - JUEVES, 20 DE DICIEMBRE DE 2007

Con mucho cariño

Por Javier Cherllarám

Hoy quiero sentir unas historias, abriendo libretas guardadas en algún cajón, de Ceuta la tierra donde nací la inspiración de mis letras. Hubo una profesora mia y nos hizo un desafío de haber quien quería mas a España, yo me dije desde pqueño yo os aseguro que no os voy a defraudar. Ceuta la tierra que a mi padre de jovencito acogió, en el Paseo de las Palmeras a mi madre caballa conoció, yo caballa que presume de haber nacido en la Cruz Roja antigua esa clínica que estaba en Real 90. Yo que siempre he pregonado a los cuatro vientos que me bautizó Don Bernabé Perpén cura Párroco de Santa Maria de África, Ceuta que tiene sus aguas cristalinas al sol de poniente al viento del levante, Costa Norte con Benitez y Calamocarro y Costa Sur con la Almadraba el Chorrillo y La Ribera. Yo que salí de penitente con la Flagelación cuando la restauró el nunca bien llorado Pepito López, que puedo presumir de haber dado escolta al

Padre Jesús Caído antes de licenciarme y pasar al son de cornetas y tambores por la Calle Velarde, como tengo en la memoria a Valentín Cabillas cuando lo buscábamos para la Palma que había que salir con la Pollinica.

Como salimos tiznados y grasientos chorreando sal y oliendo a gasoil el jugar un sábado hasta el mediodía, en una traíña con el abuelo Bernardo amarrada al bolardo de una antigua Lonja. Que tiempos de adolescencia esperando que llegase ansioso el domingo la Agrupación Deportiva Ceuta con la afición fue la mejor, como han pasado los años y procuro ser siempre el mismo

muchacho alto con gafas, como alguien cariñosamente me bautizó. Viendo los sufrimientos y sin sabores de las puñaladas traperas traicioneras, con mucho cariño quiero agradecer a todos los que convivieron algún momento de estos vividos en esta tierra, y cada atardecer acudo a entregar mi columna a mi periódico que con los brazos abiertos me acogió EL PUEBLO DE CEUTA, me asomo a la Ribera y mis melodías de grandes momentos vividos se quedan en su orilla embelesado en la balustrada se queda este poeta diciendole al agua hasta la vista, porque asi fue y es mi vida.