La Ciudad ha recibido a los integrantes del movimiento
contrario a la implantación de una incineradora de residuos
en Ceuta. El presidente, Juan Vivas, agradeció a los
colectivos que acudieran a las autoridades antes de inciar
movilizaciones, mientras que los ecologistas valoraron que
se tuviera en cuenta su opinión antes de tomar una postura
decidida en el asunto de la gestión de residuos.
La Ciudad recibió ayer a los integrantes del movimiento
contrario a la implantación de una planta incineradora de
residuos en Ceuta. En el encuentro estuvieron presente el
presidente, Juan Vivas, y la consejera de Medio Ambiente,
Yolanda Bel, junto a los viceconsejeros de su ramo, así como
representantes de la Sociedad Española de Ornitología, CC.OO.,
PSPC, FPAV, vecinos de San Antonio, UPyD, Septem Nostra,
UGT, UDCE-IU y JJDD, entre otros.
Los colectivos plantearon su punto de vista acerca del
asunto, mientras que las autoridades parten de la hipótesis
de que existe una directiva que obliga a la Ciudad a ser
autosuficiente en la gestión de sus residuos; normativa que
no les consta a las entidades ecologistas.
Por su parte, la Ciudad se ha comprometido a consultar la
cuestión al Ministerio de Medio Ambiente, al Consejo Europeo
en la materia y a los técnicos de la Ciudad.
La máxima preocupación de los ecologistas es que, a través
de la incineradora, se queme el 100 por cien de los residuos
y no los porcentajes imposibles de reciclar. “Sea cual sea
el sistema, hay que hacer un esfuerzo porque, normativas
nacionales y europeas, obligan a clasificar y reciclar los
residuos; que es la gran asignatura pendiente de Ceuta”,
según comentó José Manuel Pérez Rivera, presidente de Septem
Nostra. Asimismo, Pérez indicó que “existe un principio de
proximidad, por el que los residuos se deben gestionar lo
más cerca posible de su origen, pero no hay limitaciones
dentro del territorio nacional”.
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