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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2007

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

El buen Manolo

Por E, Jiménez


Para sus alumnos DON MANUEL, ya existen padres y abuelos que aprendieron y recuperaron las asignaturas de Matemáticas y Física, muchos de ellos tienen altos cargos en la administración y otros superan altos grados en la vida militar, pero para todos ellos será DON MANUEL.Yo no lo tuve como “profesor particular” ya que casi teníamos la misma edad, pero mis hijos han sido alumnos de él y nunca quiso que le abonara ninguna cantidad y menos que le enviara cualquier regalo por estas fechas.

No sólo lo hacía conmigo por ser amigos desde pequeño, lo mismo que fueron nuestros padres, sino que a muchos hijos de padres necesitados, nunca permitió ninguna peseta de ellos, además les ayudaba orientándoles a estudios universitarios.Sè el caso de dos hermanos, qué a uno se la daba muy bien la Química y ahora es Farmacéutico y a su hermano le orientó hacia la ingeniería.

En verano tanto él como yo(ya mayorcitos) ayudábamos por la tarde a Pepe Vinuesa que trabajaba en la secretaría del Instituto.Nuestra misión era fácil pero complicada.Desde el año de creación en el año 1.931,los expedientes de los alumnos se archivaban por el año del examen de ingresó, con el inconveniente de que cuando se solicitaba un certificado de estudios,habìa que pedirle al padre del solicitante el año que ingresó su hijo, no lo sabìan,y además los archivadores ocupaban gran espacio.Asì que entre los dos, en la mesa de juntas del profesorado, colocamos los archivadores desde el año 1.932 hasta el 1.947,por fin lo logramos, poniéndolos por orden alfabético, labor que nos costó todo el verano, pero ya sólo tenían que decir el nombre y los dos apellidos.Años más tarde hubo que” jugar con ellos”,fuè en el Instituto situado en el Llano de las Damas, se dividió en dos (Masculino y Femenino) y se separaron los alumnos de las alumnas, estas quedaron en el “Siete Colinas” y los varones en el” Abyla”.

Seguimos con nuestro “trabajo” en la secretaría y como anécdota que nos ocurrió, fue menos laboriosa, pero muy productiva, ya que nos encontramos un billete de 500 pesetas entre las hojas de los libros de calificaciones que procedían de todos los centros de enseñanza autorizados en la parte oeste del protectorado,”El Pilar” y “Las Inmaculada” de Tetuán,”El Sagrado Corazón” de Tánger, por citar los más conocidos entre los doce o catorce que existían estos libros había que ponerles un sello con una diligencia que nosotros lo estampábamos y Pepe Vinuesa las firmaba.Con estas 500 pesetas del año 1.947,fuè la única vez que invitamos a Pepe a merendar en La Campana,el resto de los días era él quien nos invitaba a fantomas y leche manchada.

No tengo mas remedio que repasar sus estudios de Bachiller, aunque no tenía pinta de buen estudiante, sus calificaciones eran de DIEZ con el añadido de M.H.(Matricula de Honor) y no era porque su padre fuese bedel del Instituto Hispano Marroquí.Se puede considerar como anécdota pero trajo graves problemas, pero no tengo más remedio que contárosla, ocurrió en junio de Quinto Curso ,al recibir el libro de calificaciones su padre observo que en Matemáticas solo tenia un Diez sin M.H.,nota que tenia en todas las demás asignaturas, esto no gustó a su padre, y sin decir nada al profesor cuando llegó Septiembre lo matriculó en la Academia Navarro (que existía en la calle Alfau).Cuando aquel profesor se dio cuenta “rabiaba” al comprobar que se le había ido su mejor alumno, hijo de un subalterno a su cargo ,y el Claustro de aquel entonces se lo reprochò.Su padre le tomaba todas las lecciones, incluso las de idioma, como el Latìn,y nos dimos cuenta a los dos años al comprobar que su padre sabía las declinaciones mejor que nosotros.

Mi amistad con Manolo, después de lo contado siempre juntos, se hacía más fuerte, pues hasta los sábados y los domingos nos reuníamos varios amigos en el Instituto y jugábamos al escondite (el centro se adaptaba a ello) incluso al fútbol con botones en la mesa del profesor.

Si ser profesor de cualquier asignatura es complicado, ser “profesor particular” de Matemáticas es una tarea ardua, por tener que educar a alumnos de desigual condición y de otros talantes, son alumnos del mismo curso pero procedentes de distintos centros, unos con más interés que otros en la materia que se esté tratando ese día, cada uno quiere que se le explique lo que va dando en su centro, por lo que la misma materia se repite a lo largo del curso debido al desfase existente en los centros y a todo esto se le añade el inconveniente de todos en una sola habitación desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche.No es fácil ser profesor particular, y quiero recordar a José Bermudez,D Teòfilo,D.Manuel Cantera,D. Alberto Gaitàn, entre otro muchos incluso los que están en la actualidad.

Encontró la tranquilidad (menos horas de trabajo) siendo profesor del Colegio de la Inmaculada, conociendo lo que nunca tuvo, las vacaciones y los fines de semana.

Retrocedamos varios años, cuando se examinó de Reválida (Examen de Estado) existía una ley que por sacar sobresaliente podría examinarse para la obtención del título de Maestro; así lo hizo en el mes de Junio y sacó el título, curiosamente sin examinarse de la asignatura de Música (no se sabe porquè:despiste del profesor o no estaba en Ceuta…….)pero el niño se merecía ese despiste, ya que no sabía nada de esta asignatura que no existía en su Bachiller.

Puedo seguir escribiendo más de mi buen amigo Manolo, pero terminaré comunicándoles que tanto su padre como el mío no solo compartieron también esa amistad, sino que además fueron juntos de la mano en su vida laboral,ya que se conocieron en el año 1.913 con doce años y una bicicleta cada uno en la puerta de Telégrafo (Marina Española).En 1.931, año en que se creó el Instituto Hispano Marroquí, mi padre pasó a ser conserje en dicho centro y años más tarde se incorporó su padre.Lo que nunca pudieron imaginarse estos dos señores ,es que fueron bisabuelos comunes de dos de mis nietos Jaime e Ignacio-Pedro Jiménez Morales.

No sé si nuestro presidente D.Juan Jesús Vivas lo tuvo como” profesor particular”,pero sospecho que pudo ser asì,ya que, el día de nuestra constitución, apagó la luz de su atril y sin texto preparado,como hacía D.Manuel, nos mantuvo a todos atentos y contentos; creo que por ser Presidente de la Corporación y como IMPERATIVO debería situar su nombre en un soporte pictórico de Tercer fuego en una de las calles de Ceuta, de las nuevas o de las que queden libres por culpa de no ser desmemoriado.
 

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