Para sus alumnos DON MANUEL, ya existen padres y abuelos que
aprendieron y recuperaron las asignaturas de Matemáticas y
Física, muchos de ellos tienen altos cargos en la
administración y otros superan altos grados en la vida
militar, pero para todos ellos será DON MANUEL.Yo no lo tuve
como “profesor particular” ya que casi teníamos la misma
edad, pero mis hijos han sido alumnos de él y nunca quiso
que le abonara ninguna cantidad y menos que le enviara
cualquier regalo por estas fechas.
No sólo lo hacía conmigo por ser amigos desde pequeño, lo
mismo que fueron nuestros padres, sino que a muchos hijos de
padres necesitados, nunca permitió ninguna peseta de ellos,
además les ayudaba orientándoles a estudios
universitarios.Sè el caso de dos hermanos, qué a uno se la
daba muy bien la Química y ahora es Farmacéutico y a su
hermano le orientó hacia la ingeniería.
En verano tanto él como yo(ya mayorcitos) ayudábamos por la
tarde a Pepe Vinuesa que trabajaba en la secretaría del
Instituto.Nuestra misión era fácil pero complicada.Desde el
año de creación en el año 1.931,los expedientes de los
alumnos se archivaban por el año del examen de ingresó, con
el inconveniente de que cuando se solicitaba un certificado
de estudios,habìa que pedirle al padre del solicitante el
año que ingresó su hijo, no lo sabìan,y además los
archivadores ocupaban gran espacio.Asì que entre los dos, en
la mesa de juntas del profesorado, colocamos los
archivadores desde el año 1.932 hasta el 1.947,por fin lo
logramos, poniéndolos por orden alfabético, labor que nos
costó todo el verano, pero ya sólo tenían que decir el
nombre y los dos apellidos.Años más tarde hubo que” jugar
con ellos”,fuè en el Instituto situado en el Llano de las
Damas, se dividió en dos (Masculino y Femenino) y se
separaron los alumnos de las alumnas, estas quedaron en el
“Siete Colinas” y los varones en el” Abyla”.
Seguimos con nuestro “trabajo” en la secretaría y como
anécdota que nos ocurrió, fue menos laboriosa, pero muy
productiva, ya que nos encontramos un billete de 500 pesetas
entre las hojas de los libros de calificaciones que
procedían de todos los centros de enseñanza autorizados en
la parte oeste del protectorado,”El Pilar” y “Las
Inmaculada” de Tetuán,”El Sagrado Corazón” de Tánger, por
citar los más conocidos entre los doce o catorce que
existían estos libros había que ponerles un sello con una
diligencia que nosotros lo estampábamos y Pepe Vinuesa las
firmaba.Con estas 500 pesetas del año 1.947,fuè la única vez
que invitamos a Pepe a merendar en La Campana,el resto de
los días era él quien nos invitaba a fantomas y leche
manchada.
No tengo mas remedio que repasar sus estudios de Bachiller,
aunque no tenía pinta de buen estudiante, sus calificaciones
eran de DIEZ con el añadido de M.H.(Matricula de Honor) y no
era porque su padre fuese bedel del Instituto Hispano
Marroquí.Se puede considerar como anécdota pero trajo graves
problemas, pero no tengo más remedio que contárosla, ocurrió
en junio de Quinto Curso ,al recibir el libro de
calificaciones su padre observo que en Matemáticas solo
tenia un Diez sin M.H.,nota que tenia en todas las demás
asignaturas, esto no gustó a su padre, y sin decir nada al
profesor cuando llegó Septiembre lo matriculó en la Academia
Navarro (que existía en la calle Alfau).Cuando aquel
profesor se dio cuenta “rabiaba” al comprobar que se le
había ido su mejor alumno, hijo de un subalterno a su cargo
,y el Claustro de aquel entonces se lo reprochò.Su padre le
tomaba todas las lecciones, incluso las de idioma, como el
Latìn,y nos dimos cuenta a los dos años al comprobar que su
padre sabía las declinaciones mejor que nosotros.
Mi amistad con Manolo, después de lo contado siempre juntos,
se hacía más fuerte, pues hasta los sábados y los domingos
nos reuníamos varios amigos en el Instituto y jugábamos al
escondite (el centro se adaptaba a ello) incluso al fútbol
con botones en la mesa del profesor.
Si ser profesor de cualquier asignatura es complicado, ser
“profesor particular” de Matemáticas es una tarea ardua, por
tener que educar a alumnos de desigual condición y de otros
talantes, son alumnos del mismo curso pero procedentes de
distintos centros, unos con más interés que otros en la
materia que se esté tratando ese día, cada uno quiere que se
le explique lo que va dando en su centro, por lo que la
misma materia se repite a lo largo del curso debido al
desfase existente en los centros y a todo esto se le añade
el inconveniente de todos en una sola habitación desde las
ocho de la mañana hasta las once de la noche.No es fácil ser
profesor particular, y quiero recordar a José Bermudez,D
Teòfilo,D.Manuel Cantera,D. Alberto Gaitàn, entre otro
muchos incluso los que están en la actualidad.
Encontró la tranquilidad (menos horas de trabajo) siendo
profesor del Colegio de la Inmaculada, conociendo lo que
nunca tuvo, las vacaciones y los fines de semana.
Retrocedamos varios años, cuando se examinó de Reválida
(Examen de Estado) existía una ley que por sacar
sobresaliente podría examinarse para la obtención del título
de Maestro; así lo hizo en el mes de Junio y sacó el título,
curiosamente sin examinarse de la asignatura de Música (no
se sabe porquè:despiste del profesor o no estaba en
Ceuta…….)pero el niño se merecía ese despiste, ya que no
sabía nada de esta asignatura que no existía en su
Bachiller.
Puedo seguir escribiendo más de mi buen amigo Manolo, pero
terminaré comunicándoles que tanto su padre como el mío no
solo compartieron también esa amistad, sino que además
fueron juntos de la mano en su vida laboral,ya que se
conocieron en el año 1.913 con doce años y una bicicleta
cada uno en la puerta de Telégrafo (Marina Española).En
1.931, año en que se creó el Instituto Hispano Marroquí, mi
padre pasó a ser conserje en dicho centro y años más tarde
se incorporó su padre.Lo que nunca pudieron imaginarse estos
dos señores ,es que fueron bisabuelos comunes de dos de mis
nietos Jaime e Ignacio-Pedro Jiménez Morales.
No sé si nuestro presidente D.Juan Jesús Vivas lo tuvo como”
profesor particular”,pero sospecho que pudo ser asì,ya que,
el día de nuestra constitución, apagó la luz de su atril y
sin texto preparado,como hacía D.Manuel, nos mantuvo a todos
atentos y contentos; creo que por ser Presidente de la
Corporación y como IMPERATIVO debería situar su nombre en un
soporte pictórico de Tercer fuego en una de las calles de
Ceuta, de las nuevas o de las que queden libres por culpa de
no ser desmemoriado.
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