Otras obligaciones me impidieron
corresponder a la amabilidad de mi eficaz y querido amigo
Yusef Bellhasen, columnista en “La Chronique” de Tánger y
director de comunicación del equipo de fútbol de la ciudad
del Dersa, el mítico “Moghreb Atlético Tetuán”, invitándome
ayer a la recepción de la directiva rojiblanca que,
encabezada por Enrique Cerezo, aterrizaba por la mañana en
un vuelo privado en el histórico aeropuerto de Saniat R´Mel.
Según me contaba Yusef a media tarde todo iba según el
programa y los numerosos hinchas del equipo madrileño
estaban, a las 18.30 horas locales, llenando el aforo del
céntrico Cine Español. Por la mañana la delegación española
visitó las instalaciones del “Moghreb”, así como el lugar
donde está previsto levantar la Escuela de Fútbol del
Atlético de Madrid en Tetuán. Cerca de las 12 de la mañana
(siempre hora local), ambas directivas mantenían un
encuentro donde se estudiaron fórmulas para una eficaz
colaboración. A primera hora de la tarde hubo visitas a la
sede de la asociación “Arbi Ben Barek”, que agrupa a los
hinchas del Atlético de Madrid en la ciudad, así como a la
filial tetuaní del “Grupo Gold Visión”, patrocinador local.
Hoy martes, entre otras actividades, está programada una
visita a la asociación de niños con deficiencia física y
cerebral “Hanan” (que también recibió, en su momento, a la
Reina Sofía), así como a lugares emblemáticos como la medina
de Tetuán, declarada por la UNESCO “Patrimonio de la
Humanidad”, alguno de los centros educativos españoles
existentes en la ciudad (los colegios de “El Pilar” y
“Jacinto Benavente”, además del Instituto Cervantes) y la
Escuela Nacional de Arte y Artesanía, sita en las
inmediaciones de Bab Okla (antigua “Puerta de la Reina”).
Por la tarde y después de una reunión de trabajo con los
empresarios de la ciudad, los directivos del Atlético de
Madrid tomarán su avión para volver a Madrid. Hasta aquí lo
programado.
Sepa también el lector que, en julio de este año, una
delegación del “Moghreb Atlético de Tetuán” visitó, en la
capital de España, la sede del club Rojiblanco, abriendo las
puertas a una estrecha colaboración que va, poco a poco,
tomando forma.
Mientras aun colea el último desencuentro en las relaciones
diplomáticas hispano-marroquíes (con la pelota, nunca mejor
el símil, en el tejado de Rabat), tras la histórica visita
de los Reyes de España a Ceuta y Melilla y algunos conocidos
elementos de estos lares, emboscados en la llamada “sociedad
civil”, intentan arrojar leña al fuego organizando
histriónicas y minoritarias acciones como la “perejilada”
del pasado viernes, actores más maduros y responsables
dedican sus esfuerzos a continuar hilvanando legítimos
intereses entre las dos orillas, construyendo (utilizaré la
frase) un auténtico “colchón de intereses” que haga
inviables, tanto trasnochados aventurerismos nacionalistas
como una vuelta atrás en las pacíficas colaboraciones entre
ambos pueblos, testigos vivos de una centenaria historia
compartida a lo largo de los siglos y a los que, pese a
notorias diferencias, les une hoy más que nunca un proyecto
de futuro, aparcando con sabiduría y prudencia
enfrentamientos que, salvo a terceros, a ninguno de los dos
benefician. ¡Vivan pues los atléticos!: el Mogreb y el de
Madrid.
|