Una de las teorías más consensuadas por los psicopedagogos
asegura que los niños que tocan un instrumento musical
desarrollan mejores facultades intelectuales. Así, es normal
que de las aulas de los conservatorios salgan grandes genios
capaces de convertir en notas y silencios los sentimientos
más profundos del alma humana.
Ceuta no iba a ser menos, y por ello cuenta con un
Conservatorio financiado por el Ministerio de Educación y
Ciencia, y gestionado por la propia Ciudad Autónoma. A este
lugar acuden a diario cientos de niños y no tan niños
movidos por la curiosidad de aprender, de lograr resolver el
gran misterio de la música que permita a sus manos arrancar
las melodías de sus instrumentos. Según uno de los
profesores de este centro educativo, Rafael Hernández
Esquivel, “intentamos educar a los niños en la música, que
la aprecien y que aprendan a tocar un instrumento”. Este
profesor de trompeta asegura que “muchos de ellos vienen
obligados por los padres que los apuntan como actividad
extraescolar y les cuesta mucho aprender, sobre todo si son
instrumentos de cuerda”.
Pero a pesar de ello, las aulas del Conservatorio de Ceuta
están llenas de niños ilusionados por aprender y por hacer
cosas que en otras circunstancias no podrían saber. La
formación musical se divide en tres grados: el elemental que
consta de ocho años y el medio que se hace en dos. Existe un
grado superior que no puede cursarse en Ceuta por lo que
muchos deciden finalizar aquí su educación musical. El
profesor resalta que “el lugar más cercano para hacer el
grado superior es Málaga aunque la mayoría de los ceutíes
que salen de la ciudad se decantan por Granada para
finalizar sus estudios”. Sin embargo, una de las principales
reclamaciones tanto de profesores como de músicos es una
titulación que equipare los estudios musicales con una
diplomatura. Otro conflicto es que, como explica Hernández
Esquivel, “hay un problema de convalidación con el
Ministerio de Educación porque en teoría los estudiantes del
conservatorio pueden convalidar asignaturas en sus centros
escolares pero en la práctica esto no se cumple”. Así, los
patrones de enseñanza existen aunque no se cumplen.
Esto supone un conflicto en el caso de los estudiantes que
cursan bachillerato y que les suele coincidir con los
últimos cursos del grado medio del Conservatorio. En la
mayoría de los casos, los jóvenes no pueden compaginar sus
estudios educativos con los musicales “y esto lleva a que
los últimos años les cueste mucho acabar” apostilla el
profesor. Por ello, muchos optan por acabar el instituto y
retomar su aprendizaje en el Conservatorio más tarde. La
edad media en la que los alumnos se inscriben en el
Conservatorio suele ser entre los 7 y los 8 años para
iniciar su aprendizaje, ya que los niños tienen mucha más
facilidad para adquirir los conocimientos necesarios a la
hora de aprender a tocar un instrumento. Sin embargo,
Hernández Esquivel asegura que “ahora también tenemos clases
para mayores separadas de las de los niños”.
En cuanto a las materias, el Conservatorio de Ceuta cuenta
con los conocimientos básicos que se insertan en lenguaje
musical, lo que antes se conocía como solfeo. Los alumnos
pueden aprender a tocar violín, viola, chelo, clarinete,
oboe, flauta, saxofón y trompeta, aunque los instrumentos
más demandados son guitarra y piano. “Estamos pidiendo poder
enseñar trombón y tromba, y se quiere introducir canto,
aunque yo personalmente estoy luchando por la enseñanza de
la percusión” comenta Hernández Esquivel. Otro de los
problemas de este centro es que actualmente tienen que dar
las clases de tarde en el institito Siete Colinas debido al
estado de ruina del actual edificio. Por ello, el profesor
sentencia que “estamos deseando poder mudarnos a la Manzana
del Revellín”, donde está previsto que se ubique el nuevo
Conservatorio”.
En cuanto a las próximas fiestas y para motivar a los
alumnos, está previsto que esta semana se celebre el
concierto de Navidad, algo que motiva mucho a los chicos que
allí estudian, ya que, como sentencia el profesor “es el
mejor remedio para acompañar las penas y alegrías, creo que
aprender música debería ser obligatorio”.
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Los alumnos les inculcan el amor a la música a otros
escolares de Ceuta
La música tomó el Salón de Actos
de la Asamblea ayer por la mañana. Una treintena de alumnos
del Conservatorio de Ceuta realizaron una audición
interpretando diferentes piezas a piano, viola, saxofón,
guitarra y clarinete con un repertorio muy variado en el que
no faltaron los clásicos villancicos como ‘Noche de Paz’,
dada la proximidad de las festividades navideñas.
Esta actividad se encuadra en el programa educativo ‘Ceuta
te enseña’, una iniciativa cuyo objetivo es que los alumnos
del conservatorio transmitan sus experiencias a sus propios
compañeros de colegio. Así, acudieron más de un centenar de
alumnos de los centros de primaria Valle Inclán, Santa María
Micaela y San Agustín, y de los institutos Clara Campoamor,
Abyla y Camoens.
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