Laarbi Maateis, presidente de la Unión de Comunidades
Islámicas de Ceuta (UCIDCE), lamentó ayer que la Consejería
de Bienestar Social del Gobierno de la Ciudad ya no
subvencione las compras de corderos para las familias más
pobres en la celebración de la fiesta del borrego, que
tendrá lugar este viernes. “Por diez personas que se colaban
a quienes no correspondía un cordero, se perjudicó al
resto”, reconoció.
Laarbi Maateis manifestó que ahora esa labor la procuran
hacer la UCIDCE y otras comunidades islámicas no asociadas a
la Unión que preside. “Me consta que las comunidades hacen
la entrega de la cantidad económica o de un vale por un
cordero, dependiendo de las circunstancias de la familia”,
aseguró.
“Dentro de nuestras capacidades, gracias a Dios, estamos
sacando del bache a algunas familias para que puedan
celebrar la fiesta”, señaló el presidente de la UCIDCE,
quien recordó que antes la Consejería de Bienestar Social
realizaba “una gran labor” subvencionando la compra de
corderos a los más necesitados.
El proceso, según explicó Maateis, era el siguiente: “La
propia Consejería entregaba directamente los vales en
función de unos listados que realizaban las asociaciones
vecinales, informes sobre los que la Consejería hacía un
estudio antes de proceder al reparto”.
El presidente de la UCIDCE reconoció que se “podían colar
uno o dos en cada asociación, a quienes no les correspondía
legalmente un cordero”, tal y como justificó la Ciudad para
suspender la subvención. “Por diez personas que se colaban
se perjudicó al resto”, lamentó.
“Luego lo dejaron en manos de una entidad para que llevara
la gestión y a partir de ahí ya no se dieron ayudas sociales
para las familias más pobres”, pese a que se comunicó que
“las subvenciones se iban a canalizar a las familias que
tienen un expediente abierto en Asuntos Sociales y que están
recibiendo una ayuda económica trimestral para la compra de
ropa, pero hemos visto que no ha sido así”.
“Se paralizó”, afirmó Maateis, “se gastaban alrededor de
200.000 euros en la fiesta del cordero que hoy se quedan en
las arcas municipales”, señaló, si bien se mostró seguro de
que ese dinero “se está gastando, por supuesto, dentro de la
Consejería de Bienestar Social, puede que en esas mismas
familias”. Pese a todo, el presidente de UCIDCE piensa que
“es una gran labor que quedó interrumpida”.
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